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Desdeñan datos en casos de Teocaltiche

(SIN LOCALIZAR. Omar Leonel y Vanessa Liseth desaparecieron el 22 de junio en Teocaltiche. A la fecha no se sabe su paradero. Foto: Especial)

Familiares de cuatro jóvenes desaparecidos en Teocaltiche relataron que ellos tenían datos del involucramiento de policías municipales en el ilícito y el ministerio público no los consideró. Ahora, dos de los cuatro acusados están libres. 

El 22 de junio, Vanessa Liseth Martínez Zepeda y Omar Leonel González Ornelas desaparecieron en el municipio de la región Altos Norte. Sus familias consiguieron información de que tres agentes habían participado en el delito, pero el ministerio público menospreció los datos con la justificación de que no podía basarse en anónimos ni en dichos. 

Sin embargo, hace poco se solicitó una orden de aprehensión en contra de los agentes y se les detuvo. 

El 29 de octubre, un juez vinculó a proceso al policía Marco Antonio N y a María Teresa N, su pareja sentimental, por el delito de desaparición forzada en agravio de Vanessa y Omar, pero dejó libres a los policías Juan Pablo N Juan Ramón N. 

En el caso de Daniel Rodríguez Sandoval y Bryan Eduardo Medina Carrillo, jóvenes de 16 y 18 años de edad, el patrón se repite: agentes involucrados. Sus familias tuvieron noticia de ellos por última vez el 18 de julio, cuando se fueron se Guadalajara a Teocaltiche a comprar chatarra. 

Sus familiares han acudido al municipio alteño tres veces para repartir volantes, pegar lonas y pedir información acerca de sus seres queridos, pero la gente no quiere hablar y han logrado obtener pocos datos.  

Ellos también se enteraron de que agentes municipales podrían estar involucrados en el caso, por lo que aportaron la información a la autoridad ministerial, pero no les hicieron caso. 

Araceli Rodríguez, madre de Daniel, reveló que en una de las ocasiones que acudió a Teocaltiche había halcones vigilando a Claudia Ivette Martínez Zepeda, hermana de Vanessa. 

“Nos sentimos, como cada que llegamos, intimidadas (…) La primera vez que fuimos nosotras no nos dimos cuenta, pero estuvieron siguiendo a Claudia, la hermana de Vanessa, hasta que a ella le comentaron que la estaban fotografiando, la estaban siguiendo unos chavos. Sí sentimos miedo, tenemos temor al ir a un pueblo desconocido donde no sabemos cómo se maneja ahí todo”, confesó. 

María de los Ángeles Carrillo Hernández, madre de Eduardo, aseguró que han recibido información de que la Policía está coludida con un jefe criminal que controla el pueblo y que la gente sabe dónde tienen a las personas desaparecidas, pero no se animan a testificar ante la Fiscalía del Estado por miedo a represalias. Por ahora la Secretaría de Seguridad vigila el municipio. 

La angustia se ha apoderado de las familias. Vanessa tiene cuatro hijos de 12, 10, 5 y 3 años que ahora cuidan con limitaciones su hermana y su madre. 

jl/I