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Biden y la educación

Jill Biden, a sus 69 años de edad, es la primera dama y esposa del nuevo presidente de los Estados Unidos (EU): Joe Biden. Posee dos maestrías y un doctorado en educación, y su anhelo es seguir trabajando de tiempo completo como profesora.  

Muy cercana a Michelle Obama, trabajó en el programa Joining Forces –está enfocado en brindar educación a los familiares de militares en servicio y veteranos de guerra– como un agradecimiento a su entrega a la nación y sabiendo que la educación genera herramientas para triunfar en la vida.  

Jill es una mujer extraordinaria que se unió a Joe tres años después de que éste enviudó y perdió a una hija tras una tragedia automovilística. Lo ha apoyado en sus distintas derrotas electorales, siempre manteniendo la fe y trabajando arduamente juntos, e igualmente lo fortaleció ante el fallecimiento de otro de sus hijos tras pasar por un cáncer cerebral.  

En un discurso desde el salón de clases de la secundaria de Wilmington donde enseñó inglés, presumió la fortaleza de su marido ante la adversidad lanzando una pregunta: “¿Cómo se puede edificar una familia desquebrajada?", a lo que contestó ella misma: "De la misma manera en que se unifica a una nación: con amor, comprensión, con pequeños actos de compasión, con valentía y fe inquebrantable".  

Cuando fue segunda dama durante los dos mandatos de Barack Obama no dejó la docencia y se le veía preparando sus clases y corrigiendo exámenes mientras atendía asuntos de política. Joe, a su vez, presumió a su mujer ante la audiencia de la Convención Demócrata diciendo: “¿Recuerdan a su maestra favorita que les dio confianza para creer en ustedes mismos? Así es la primera dama que será Jill Biden”.  

Por lo tanto, teniendo a una primera dama que trabajó junto a Michelle Obama y Kamala Harris, primera mujer afroamericana de origen jamaiquino que será vicepresidenta del país más poderoso del mundo, se espera que sus propuestas en educación vayan en función de hacer humanidad.  

Se prevé que se luchará por disminuir la brecha educativa al minimizar el ausentismo en educación básica apoyando a las familias más vulnerables y necesitadas de minorías étnicas.  

Se prevé que se laborará por lograr que la educación superior de calidad llegue a todo ciudadano sin que el dinero se interponga. 

También se espera que apoyará a que los dreamers, jóvenes que inmigraron ilegalmente a EU siendo niños y que fueron expulsados en el gobierno de Donald Trump, vuelvan a la Unión Americana y concluyan su universidad.  

Biden y los tres ángeles que le rodean generarán políticas educativas que beneficiarán a muchos estadounidenses, especialmente latinos, afroamericanos y desde luego paisanos que entregaron su vida laborando bajo condiciones difíciles y que habían perdido la esperanza de que el motivo de su valiente migración no se alcanzara: la superación y trascendencia de sus hijos a través de la educación.  

jl/I