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Entran un paleontólogo y un escritor a un bar…

(Charla. Los autores de ‘La vida contada por un sapiens a un neandertal’ prometen una segunda parte, ahora sobre la vejez y la muerte. Foto: Especial)

En esta historia participan un novelista a quien le habría gustado ser científico y un científico a quien le habría gustado ser novelista, señala Juan José Millás, el escritor español que recorre la paleontología con Juan Luis Arsuaga en La vida contada por un sapiens a un neandertal. 

El libro es un recorrido por un museo que es “la vida misma”, afirmó el periodista José Gordon, quien moderó la presentación en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en una charla con el escritor español y el “rockstar de la paleontología”, como calificó Mayra González, responsable de abrir el diálogo, a Arsuaga, premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica. 

En el capítulo “cero” se narra cómo Millás propuso este proyecto a Arsuaga. El escritor había visitado el sitio arqueológico de Atapuerca y comenzó a leer sobre el tema, hasta que logró una cena con Arsuaga y le lanzó la propuesta: “Tú y yo podríamos asociarnos para hablar de la vida”. La respuesta tardó, pero llegó: “Lo hacemos”. 

En la historia, Juan José Millás se ubica como el neandertal. El escritor relató que de niño vio por la televisión un documental sobre neandertales “y a mí me pareció que aquellos seres eran muy bondadosos, eran muy ingenuos, eran muy buena gente. Y me pareció, sin embargo, que los sapiens eran un tipo con mucha malicia, muy astuto, muy zorro, que se iba a aprovechar cuando había un intercambio con el neandertal. Y desde mi ignorancia me dije: ‘Ah, pues esto es lo que pasa, que soy un neandertal’”. 

Arsuaga completa: “El sapiens es el animal político”, el que juega “una partida que se desarrolla en un tablero que es la vida social”, una especie que desconfía del otro, pero necesita de los demás. Los otros, continuó citando a Jean Paul Sartre, son “el infierno. Pero necesitamos vivir en el infierno”. Luego aclaró: también “somos las especie a la que pertenece Mozart”. 

El sapiens y el neandertal hacen un recorrido por la evolución. En una de las paradas, Arsuaga explica cómo se definieron las jerarquías: “Somos la única especie que lanza objetos con precisión. Los hombres prehistóricos desarrollaron esa capacidad que no está en los chimpancés. La puntería ha sido esencial en la evolución”. 

En la narración, Millás tuvo que llamar en algunas ocasiones a Arsuaga a “ir al punto”, pues lo llevó por una serie de asociaciones para explicar la ciencia. El científico le recomendó que si quería orden, se leyera el Génesis, porque “la evolución no tiene la estructura de relato. No hay planteamiento, nudo y desenlace. La evolución es el mundo del caos”. 

El resultado fue un libro que Arsuaga describió como “algo blando, con consistencia, no tan blando como líquido, pero algo mullido, de bordes curvos, deformable”. 

Juan José Millás afirmó que a él le atrajo el conocimiento de Juan Luis Arsuaga y su capacidad para transmitirlo, mientras que el paleontólogo aseguró que a él Millás lo divierte y eso lo atrae, “esto ha funcionado porque la pasábamos bien”. Por ello, prometieron una segunda parte, que hablará sobre la vejez y la muerte. 

jl/I