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Covid-19: abramos ya los ojos (bis)

Estimados lectores, esta semana el Covid-19 me ha tocado muy cerca y no he tenido cabeza para escribir. Pensé en volver a compartir una columna del 18 de marzo que en algunos sentidos parece sacada de otra era y en otros es más actual que nunca. Aunque las noticias de las vacunas son esperanzadoras, todavía nos queda coronavirus para rato y hay que seguir cuidándonos y preparándonos para salir adelante de tiempos todavía difíciles. 

“Estos días no se habla de otra cosa que no sea el Covid-19, pero, siendo quizás el fenómeno global más impactante para la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial, no es para menos. En Francia incluso lo están llamando ya la ‘guerra contra el coronavirus’. 

“Más que añadir a la información que está circulando 24 horas en redes sociales y medios de comunicación, quisiera compartir aquí por qué estoy tan preocupado por el futuro del país, de mi familia, de mi gente cercana y el mío personal. 

“Lo primero es que los números y los datos arrojan una realidad muy clara. Tanto en China como en Europa se ha repetido el mismo patrón: el número de casos se multiplica de manera exponencial y como un porcentaje de entre 10 y 20 por ciento necesita asistencia hospitalaria, en unos pocos días se satura la capacidad del sistema de salud del país y esto puede incrementar la tasa de mortalidad del virus. 

“Países que han tomado medidas agresivas tempranas para evitar el contagio entre la gente han conseguido ‘achatar la curva’ de los casos y evitar la saturación. Así lo han hecho Corea del Sur, Japón y Singapur. 

“Otros países tomaron medidas más tarde y el costo humano será mucho mayor, como ocurrió con China que ya logró estabilizar el número de casos después de una batalla de dos meses, y como está ocurriendo ahora mismo en Europa y Estados Unidos. 

“Ahora, todos estos son países con economías fuertes e infraestructuras sólidas. ¿Qué le puede esperar a México en un momento de vulnerabilidad económica y con una infraestructura más frágil? 

“No nos engañemos. Los noventa y tantos casos ‘oficiales’ son solo la punta del iceberg. El Covid-19 ya debe haberse propagado de forma imparable en nuestro país entre personas que no muestran síntomas. Ya lo vimos suceder en otros. Nos va a suceder a nosotros. Conforme se vayan cumpliendo los periodos de incubación irán emergiendo ola tras ola de casos que crecerán de forma exponencial.  

“Obviamente el distanciamiento social y las cuarentenas son un trago amargo muy duro para la economía del país y los bolsillos de todos. La vamos a pasar muy mal. Pero no tomar medidas nos lleva a un círculo del infierno todavía más profundo: uno de caos en el que mucha gente muere esperando ser atendida. 

“Tenemos que abandonar cualquier otro plan y cualquier otra idea y enfrentar lo que nos viene. Lamentablemente hay que asumir el sacrificio del distanciamiento social como han hecho otros países para tener el número de casos bajo control y simultáneamente ir pensando cómo vamos a conseguir que la gente que pierda su sustento económico consiga los medios para seguir subsistiendo. 

“Hoy transformar al país significa sobrevivir esta crisis. Primero, cortando de forma tajante la propagación del virus y segundo, tomando medidas para que todos podamos seguir comiendo mientras tenemos que estar distanciados”. 

Twitter: @ortegarance

jl/I