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Restauranteros piden ser considerados actividad esencial

(Foto: Cuartoscuro)

Los restauranteros de la Zona Metropolitana del Valle de México exigen a los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México los consideren actividades esenciales para poder operar sus establecimientos.

A través de una carta abierta, los restauranteros manifestaron que al menos 13 mil 500 comercios han cerrado de forma definitiva.

Más de 500 integrantes de la industria de Ciudad de México y el Estado de México exigieron a las autoridades que el sector se considere actividad esencial para poder operar sus establecimientos, que permanecen cerrados desde que la zona decretó semáforo rojo por alto nivel de riesgo el 18 de diciembre.

"Ante la devastación que está sufriendo este sector, motivada por el cierre de establecimientos, solicitamos que esta industria sea considerada una actividad esencial, ya que es parte fundamental para el funcionamiento de la economía de México", indicaron en una carta abierta.

Según explicaron en el texto, tan solo en el Estado de México antes de la pandemia tenían registrados 70 mil restaurantes con 340 mil empleos directos, pero hasta el momento han cerrado definitivamente 10 mil de ellos, con una pérdida de al menos 50 mil empleos. 

A nivel nacional, la industria genera 5.6 millones de empleos directos e indirectos, pero el sector calcula que a finales de año se habrán perdido casi 450 mil de ellos.

"La situación es muy distinta a la que vivimos a principios del año pasado. Hoy los restaurantes ya acabaron con sus ahorros. Incluso, parte de estos fueron utilizados para adecuarlos con medidas sanitarias y de protección para los colaboradores, proveedores y clientes", reza el texto. 

La misiva está firmada por directivos de cadenas como IHOP, Fisher's y grupo Los Arcos. 

En el texto aseguraron que las medidas de higiene y aforo limitado impuestas por las autoridades sanitarias los excluyen de ser considerados como fuentes de contagios. 

Por otro lado, pidieron recibir apoyos del gobierno para conservar a sus trabajadores.

"Mientras en todo el mundo se han dado prórrogas para el pago de impuestos y servicios, apoyo para negociar con proveedores e incluso subsidios, aquí no hay nada", reclamaron.

Los empresarios argumentaron que las consecuencias económicas del cierre serán catastróficas. "O abrimos o morimos", sentencian los restauranteros.

EH