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Alfaro: no dispares al mensajero

El primer mensajero que dio la noticia sobre la llegada de Lúculo estuvo tan lejos de complacer a Tigranes que éste le cortó la cabeza por sus sufrimientos y sin nadie que se atreviese a llevar más información, y sin ninguna inteligencia del todo, Tigranes se sentó mientras la guerra crecía a su alrededor, dando oído sólo a aquellos que lo halagaran 

Vidas paralelas de Plutarco 

 

Como es una joya, citaré textualmente al gobernador Enrique Alfaro: “Algunos medios que siguen haciendo apología de la violencia, siguen haciendo el trabajo a los delincuentes. Esos medios piensan que es más importante vender periódicos que generar condiciones de información objetivas para la población: mintiendo, distorsionando datos y atacando sistemáticamente al gobierno como si el enemigo fuera el gobierno y no los criminales”. 

Cada día procuro salir a caminar a la tienda de la esquina, en medio de la jornada laboral, para hacerme de los refrigerios pertinentes. Es un rito personal que hago desde hace décadas porque me sirve para respirar un poco y relajarme. 

Esos andares vespertinos han sobrevivido a cinco gobernadores y hasta 15 presidencias municipales de Guadalajara. 

Recientemente, tras sendos robos a compañeros de trabajo, salgo a caminar en alerta máxima. Volteo a todos lados, me enfoco en los ruidos a mi espalda (buscando el sonido de las máquinas de los motoladrones). Suelo ir al borde de la acera para, según yo, reaccionar mejor en caso de que el peligro venga de la calle o de la banqueta. 

He tomado medidas como dejar mi cartera y celular en la oficina –algo que va en contra de mi naturaleza-. Hasta trato de llevar 100 ó 200 pesos más de lo que necesito, por si a mis imaginarios ladrones se les hace poco lo que traigo y por ello me quieran agredir. 

Así de absurda funciona mi psicosis. En mis propias carnes no me han vuelto a asaltar desde que tenía 16 años y, sin embargo, en los últimos meses, ése ha sido mi protocolo. 

Reconozco además que los riesgos no se comparan con el que viven las mujeres o jóvenes en este país. 

No concibo cómo Alfaro dice ahora que esa percepción de inseguridad me ayuda a “vender más periódicos”, y que de alguna manera esto me procure un beneficio personal o laboral. Hay que ser maquiavélico para pensar así. El león cree que todos son de su condición. 

Voy más allá. No es cierto que la nota roja venda más ejemplares. Uno de los saldos de las redes sociales es que han captado casi totalmente la difusión de los hechos de sangre. Esto es porque los impresos damos cuenta de ello tras un procesamiento profesional y ético que suele tardar horas antes de publicarse. 

Alfaro enfrenta a quienes lo criticamos como si fuéramos sus enemigos. Estar en ese grado de polarización mental ya da visos de peligrosidad –a la manera de Trump o AMLO–. Varios de sus amigos cercanos de otro momento, incluidos periodistas, me han dicho que está irreconocible. 

Otro ejemplo: ayer circuló un comunicado de un equipo de periodistas que trabajaban en MVS que fueron despedidos tras recibir presiones desde 2019 por parte de Álvaro González, director general de Comunicación Social del gobierno estatal. Era un espacio crítico que se mantuvo así hasta el final. Mi solidaridad con ellos cuatro. 

Gobernador: no somos tus enemigos. Nadie quiere vivir bajo el miedo y la zozobra. No vendemos más ni nos beneficiamos financieramente con la acción de los delincuentes. Tampoco queremos que ellos ganen ni pretendemos justificarlos de alguna forma. Esos canallas nos están robando nuestra calidad de vida y desapareciendo a quienes amamos. Tu claridad mental es clave para superar esta crisis de seguridad que nos tiene ahorcados. 

Entiende, no le dispares al mensajero. 

Twitter: @cabanillas

jl/I