Las dos olas de Covid

La pandemia ya cumplió su primera vuelta al Sol en Jalisco y deja muchas lecciones que pintan a la sociedad y al gobierno de cuerpo entero. 

Se fueron ya los botonazos, los encierros por cinco días, los cierres indiscriminados de amplios sectores económicos, las reconversiones hospitalarias –incluida la generosa remodelación de un hospital privado abandonado–, las “pruebas, pruebas y más pruebas”. 

Las diferencias en las formas y prioridades enfrentaron al gobierno federal y al estatal en innumerables ocasiones. Los semáforos Covid enardecieron al gobernador hasta que ya le hicieron caso y hasta los citaba… en esquizofrénica actitud. 

El gobierno de Jalisco precipitó una serie de medidas que contuvieron la transmisión durante la primera parte de la pandemia por debajo de los números nacionales. Sin embargo, tras una de las incontables mesas técnicas, decidieron pasar de la responsabilidad colectiva a la individual... lo que relajó prácticamente todas las medidas de sanidad. 

En la gráfica de variación diaria de casos en Jalisco se aprecian claramente dos olas de contagios. 

La primera –marzo a noviembre de 2020– se aprecia un avance lento, pero sostenido durante las primeras semanas hasta llegar a una cresta a inicios de agosto. De ahí, una larga línea estable hacia abajo que terminó a principios de diciembre. 

Se notaba ya una sociedad angustiada por los efectos y enfadada por las diversas y contradictorias indicaciones de los dos niveles de gobierno. Se disparó una segunda ola –mucho más agresiva que la primera– que tocó su punto más grave en enero de 2021 con cientos de muertes diarias. 

Desde finales de enero hasta ahora hay una baja constante en todos los indicadores oficiales que parecen sostenidos con pequeñas pinzas –tras la casi vuelta a la regularidad laboral o de movilidad–. 

Hasta el 15 de marzo han muerto en Jalisco 10 mil 884 personas y se acumularon 228 mil 078 casos confirmados. Se han adaptado 27 hospitales de referencia y habilitado 3 mil 286 camas para atender pacientes con el nuevo coronavirus. 

NTR publicó el viernes pasado, tras consultar a diversos expertos, que la falla principal del gobierno estatal ha sido la comunicación de la crisis. Agregaría que también nos hace falta transparentar los servicios que ayudarían a la mejor toma de decisiones a la hora de las hospitalizaciones. 

Ya entramos en la etapa de vacunación de los adultos mayores, la segunda según el plan federal. Todos los medios impresos o electrónicos no oficialistas han dado cuenta del caos en las primeras jornadas de inoculación. 

El origen del conflicto es que el registro federal de mivacuna.gob.mx, teniendo la dirección y el CURP, no se utilizó para citar a los adultos mayores en los centros de vacunación que correspondía. Al desorden hay que abonar los muchos reportes de que personas utilizan direcciones prestadas para ir de un municipio a otro para vacunarse. 

La Secretaría del Bienestar no involucró en Jalisco, al menos durante las primeras jornadas, a la UdeG y su capacidad operativa comprobada. Tlaquepaque y Tonalá han sido ejercicios importantes antes del anuncio, ayer, del arranque de la vacunación en Guadalajara. 

La capital de Jalisco recibió 80 mil 925 dosis que se aplicarán el fin de semana. El problema es que son 239 mil 714 adultos mayores que viven en la Perla Tapatía, es decir, apenas cerca de una tercera parte alcanzará la vacuna. No hay que ser mago para adivinar que se vienen conflictos, horas de espera, largas filas y riesgos de contagio en el proceso. 

Las dos olas del Covid en Jalisco han dejado demasiadas fracturas físicas y emocionales. Las políticas se juzgarán el 6 de junio en las elecciones intermedias. 

Twitter: @cabanillas

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