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Lemus versus Lomelí

“Rómpete una pierna” es una frase para desear éxito en el mundo del teatro y a Pablo Lemus Navarro romperse una pierna le trajo la mejor de las suertes: ya es el candidato oficial de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía por Guadalajara. 

Este cambio es positivo para MC y aquí algunos de los motivos. Primero, la presencia de Lemus en Guadalajara incomoda a Carlos Lomelí Bolaños, candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara, quien tendrá que cambiar de manera radical su discurso. La razón es que el equipo del morenista no puede seguir cuestionando la continuidad de las políticas públicas ni de los programas del presidente municipal con licencia Ismael del Toro, quien por cuestiones familiares abandonó la contienda por la reelección. 

Tampoco Lomelí podrá comparar a Lemus con Del Toro; son distintos y una prueba es su trabajo como alcaldes. Hace apenas dos meses, Lemus era el alcalde mejor evaluado de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y estaba entre los ocho mejores presidentes municipales del país, según Consulta Mitofsky, mientras que Del Toro ocupaba la posición 36 de este ranking publicado en enero de 2021. 

Carlos Lomelí tendrá que cambiar su estrategia porque Pablo Lemus no será un oponente fácil, resulta que el morenista se enfrenta a un candidato que estratégicamente se ha separado del actual gobernador Enrique Alfaro Ramírez, en especial de temas polémicos, entre ellos, el destino de la Villa Panamericana. 

Segundo, Pablo Lemus no enfrentó durante su gestión de dos trienios (2015-2018 y 2018-2021) en Zapopan casos de corrupción, vinculados directamente a su persona; mientras que Carlos Lomelí estuvo en un proceso de investigación debido a que durante su administración como superdelegado de los programas sociales del gobierno federal se le acusó de que sus empresas farmacéuticas estaban siendo beneficiadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). De esta investigación, el morenista salió bien librado, pero es probable que este tema persiga a Lomelí durante toda la campaña 2021. 

Tercero, el distanciamiento de Pablo Lemus con el grupo alfarista le suma, no sólo por el desgaste del gobierno estatal de Enrique Alfaro Ramírez, sino porque no hay resultados en un tema crucial: la seguridad. 

Jalisco vive uno de sus momentos más oscuros; tan sólo la semana pasada, el jueves 18 de marzo, al mediodía, el cuerpo de un hombre con narcomensajes fue colocado en una de las bancas del Jardín Hidalgo, en la zona del Parián de Tlaquepaque y a una cuadra de la presidencia municipal. 

Y si Lemus sabe jugar con este distanciamiento, puede ganar a los críticos del alfarismo y a los indecisos. 

Cuarto, Lemus podrá usar a su favor la experiencia que tiene en la administración municipal, misma de la que carece Carlos Lomelí. 

Pero Lomelí tiene a su favor la aprobación que aún mantiene AMLO y su proyecto político. 

Por otra parte, Lemus y Lomelí tienen que escuchar las demandas de la ciudadanía, y en la capital jalisciense es una: la seguridad. 

Ni Ismael del Toro ni el gobierno del estado han podido resolver este tema en Jalisco y la paciencia de la ciudadanía se agota. 

Había publicado con anterioridad en este espacio que la capital de Jalisco se encuentra en las ciudades con la mayor percepción de inseguridad a nivel nacional, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y que incluso en rubros como robo de vehículos con seguro, robo a cuentahabientes y robo a bancos, supera al municipio de Ecatepec. 

Tanto el morenista como el emecista tienen que responder con propuestas al combate a la inseguridad que vivimos los tapatíos y al desorden que nuevamente se percibe en el Centro de la ciudad. 

Y ahora a esperar las propuestas de los dos candidatos, que ya presentaron sus plantillas. 

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jl/I