Comercio en crecimiento

Aunque la balanza comercial arrojó un déficit para nuestro país por poco más de 3 mil millones de dólares, el comportamiento de las ventas y compras al exterior resultó muy positivo y muestra signos firmes de recuperación económica. 

La información del monto de importaciones y exportaciones dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es relevante porque da muestra del fortalecimiento del mercado interno, por una parte, y de la consolidación del mercado al exterior tras la pandemia. 

Para expresar lo que esto significa vale señalar que las importaciones de México en marzo pasado, por 46 mil millones de dólares en números redondos, representaron 31.4 por ciento más a las del mismo mes de 2020 y es el mayor monto registrado en tres décadas. 

En cuanto a las exportaciones, también tuvieron un crecimiento para llegar a 43 mil millones de dólares en el mes de referencia, con aumento anual de 12.2 por ciento. 

En ambos casos, compras y ventas al exterior se superaron los datos prepandemia, lo que resulta ser muy positivo para el país y es uno de los mejores signos de la recuperación nacional, pero debe ser mantenida para dar los frutos esperados, principalmente en la generación de empleos. 

AHORROS 

El encarecimiento de los precios se presenta ya como un serio riesgo no sólo para la recuperación económica del país, sino principalmente para la mejoría social de la mayoría de la población, la más afectada por la pandemia. 

En la primera quincena de abril la inflación se ubicó en su mayor nivel en más de tres años al llegar a 6.05 por ciento a tasa anual, con lo que se duplica el crecimiento de precios objetivo del Banco de México de 3 por ciento +- un punto. 

A pesar de que de acuerdo con los analistas el repunte inflacionario ya se esperaba (5.84 más de acuerdo a las expectativas), el registrado es un poco más elevado y hace pensar que para fin de año no se logre el objetivo del Banco de México de máximo 4 por ciento anual. 

El aumento de precios sobre los productos de primera necesidad impacta en el poder adquisitivo de los mexicanos de menos ingresos, pues todo incremento representa porcentualmente más en relación a sus ingresos. Por ello la inflación es el mayor impuesto sobre los pobres. 

El Banxico deberá controlar el incremento de precios y, desde luego, adiós a una eventual disminución en la tasa base, actualmente de 4 por ciento. 

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