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La opacidad forense

La opacidad ha sido un ingrediente importante en la crisis forense. Las instituciones de seguridad creen que, si borran los delitos en el papel, el impacto en la percepción de inseguridad será menor. Pero sucede lo contrario, pues con ello sólo aumentan eslabones en la cadena de victimización. 

En el caso de la información que maneja el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), la transparencia cobra una mayor importancia, porque el cruce de información con las personas que buscan a sus seres queridos es básico. Lo que está en juego es la tragedia que viven cientos de familias. 

Cuando hace unos meses trabajadores del Servicio Médico Forense (Semefo) denunciaron ante El Diario NTR Guadalajara la crisis que había en la institución, señalaron que sus superiores tenían conocimiento del caos, la falta de insumos y de personal. 

Ante esa denuncia, el diario solicitó al IJCF la comunicación interna en la que se informó al director de la institución, Gustavo Quezada Esparza, sobre la falta de espacio y las medidas que se debieron tomar ante la imposibilidad de sacar adelante el trabajo, así como los reportes diarios que los trabajadores del Semefo levantan sobre los cuerpos y restos humanos resguardados en cada espacio. 

La primera decisión del IJCF fue negar la información. El Comité de Transparencia sesionó el 23 de noviembre del año pasado y determinó reservar la información, con el argumento que “mantener reservada la información que nos ocupa es mayor que el interés público de conocer la misma”. 

En la sesión se señaló que esa información formaba parte de la responsabilidad del IJCF como parte del sistema de seguridad y justicia y que, además, entregar la información podría provocar una interpretación inadecuada de la misma. 

Es evidente que cuando hablamos de personas encontradas en su mayoría en fosas clandestinas y, por otro lado, conociendo que Jalisco está siempre en los primeros lugares a escala nacional en personas desaparecidas, el interés público es conocer la información. Ocultarla sólo implicaba que el IJCF no quería que se conociera que no está haciendo su trabajo. 

El mismo Comité de Transparencia volvió a sesionar posteriormente y cambió su resolución, decidiendo entregar la información, pero en versiones públicas testadas. Esto significó, en el caso de los informes internos de resguardo de cuerpos, que se cubrieran por completo todos los números, mientras que en el caso de la comunicación de los trabajadores con Quezada Esparza se determinó cubrir casi la mitad de todos los párrafos, para imposibilitar su lectura. 

Eso sucedió casi a la par que se empezó a ventilar el recurso de revisión que NTR presentó ante la reserva inicial, por lo que el Instituto de Transparencia resolvió ya con la segunda decisión del Comité de Transparencia. En el caso de la comunicación entre los trabajadores del Semefo y el director del IJCF, ordenó que se testara basado en la ley, por lo que la siguiente respuesta permitió conocer que la crisis forense fue denunciada por los trabajadores de manera oportuna. 

En cuanto a los informes de resguardo de cuerpos, el Itei confirmó que se trata de información estadística que no puede ser testada y que debía entregarse. 

Los informes internos fueron finalmente entregados a este diario íntegros, sin cubrir. De esta manera, pudimos darnos cuenta que lo que sucede dentro del Semefo es una verdadera tragedia y que el actual gobierno solo buscó ocultarla. Ahora sabemos que las desapariciones, los homicidios y las fosas clandestinas que tanto daño hacen a Jalisco no están en la agenda de nuestras autoridades. Pero también sabemos que borrarlos en el papel, no cambia la pesadilla que vive la entidad. 

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