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Decide de manera consciente

Cada siete segundos nuestro cerebro toma decisiones y un 85 por ciento de ellas se determina de manera inconsciente. Por lo tanto, en promedio podemos llegar a tomar hasta 35 mil decisiones al día. 

La toma de decisiones consiste en elegir una opción de entre varias posibilidades para resolver una situación. Tomar decisiones es imprescindible en todas las áreas de la vida personal, laboral, familiar, etcétera.  

Algunos ejemplos de la vida cotidiana que requieren de nuestra atención para la toma de decisiones son: elegir entre quedarte o retirarte de un empleo, tener o no tener hijos, contratar o despedir a alguien de tu negocio, expresar tus necesidades e inquietudes o elegir quedarte callado, hablar con tu hijo, castigarlo o abrazarlo, entre otras. 

Al realizar este proceso hay variables que generan influencia y es necesario advertir, como la falta de racionalización, la cual implica que no  consideremos las causas por una falta de capacidad de compresión del problema. Otras variables son la falta de tiempo para pensar, la falta de análisis de hechos y datos, así como las emociones que influyen a través de la manera en la que sentimos y comprendemos al mundo; por lo tanto, condicionan lo que hacemos.  

Por ejemplo, si una persona se siente triste es más analítica y cautelosa para tomar una decisión; sin embargo, si la persona se encuentra alegre es más arrebatada y por lo tanto “se deja llevar” por las sensaciones que le producen placer, sin realmente evaluar toda la información que tiene disponible. 

Es importante destacar que la mayoría de las personas, de manera general, sentimos aversión al riesgo, pues somos renuentes a la pérdida y, por lo tanto, tomar decisiones fuera de nuestra zona de confort nos genera miedo, duda e incertidumbre, emoción y sentimientos que en muchas ocasiones desconocemos como regulares por falta de inteligencia emocional. Si quieras mejorar tu toma de decisiones, puedes iniciar por lo siguiente: 

  • Regula y conoce tus emociones 
  • Compara y analiza la información 
  • Elige la opción más adecuada con base a los puntos anteriores 
  • Infórmate y fórmate. Recuerda que el conocimiento es poder 

Algunas preguntas que también te pueden servir son: ¿Cuál es la meta u objetivo de la decisión a tomar? ¿Qué otras opciones existen? ¿Cuáles son los pros y contras? ¿La decisión concuerda con tus valores y el tipo de persona que quieres ser o en la que te quieres convertir? 

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jl/I