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Pensiones doradas, lo legal frente a lo moral

En las últimas semanas cobró fuerza la petición de policías y bomberos en Jalisco para que se cree un sistema pensionario especial, ante el riesgo que enfrentan en su trabajo. La propuesta no ha avanzado con el argumento de que el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal) no tiene la solvencia suficiente para hacer frente a ese compromiso. 

Un policía de la Zona Metropolitana de Guadalajara gana menos de 20 mil pesos mensuales. Ese monto representa menos de una quinta parte de la jubilación que desde 2019 recibe el diputado local electo por el Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) José María Martínez Martínez. 

Los policías quieren que se les reduzca a 25 años de servicio para jubilarse, ante el riesgo que corren en la función que desempeñan. José María Martínez logró su jubilación dorada al acreditar poco menos de 20 años de servicio, según argumentan personas cercanas al ex senador, porque le aplica la ley previa a la reforma de 2009. 

En su más reciente comparecencia ante el Congreso del Estado, el recién nombrado director del Ipejal, Héctor Pizano Ramos, confirmó que en 2010 se pagaban mil 400 millones de pesos en pensiones, mientras que actualmente el monto es de casi 9 mil millones de pesos. 

Ese dato, afirmó Pizano Ramos, si se suma a la incorporación de nuevos pensionados en los últimos años, ha metido más presión a la viabilidad financiera del Ipejal. Tan sólo en 2020 se pensionaron 6 mil 200 trabajadores, que representan 17 por ciento del total actual, mientras que entre 2021 y 2022 esperan otra cantidad igual. 

Los problemas financieros del Instituto de Pensiones del Estado son el incremento en el pago de pensiones y el manejo de su patrimonio, según se ha confirmado con diferentes publicaciones en los últimos años. 

La semana pasada, el periodista Gabriel Torres publicó una lista con 93 jubilados que ganan entre 100 mil y 200 mil pesos mensuales de pensión. En esa lista hay ex magistrados y ex funcionarios de todos los niveles de diferentes partidos políticos. 

Entre quienes reciben una jubilación dorada hay un número importante de ex magistrados que, en la totalidad, pueden acreditar muchos años de carrera judicial, además de que algunos se retiraron ya de manera definitiva. El monto que reciben es de los más altos, pues corresponde al salario que recibían. 

Pero hay casos que generan dudas y son aquellos de jóvenes políticos, con un incipiente paso por el servicio público y que han encontrado atajos legales para beneficiarse con pensiones superiores a los 100 mil pesos. 

Está el caso, por ejemplo, de un ex síndico de Zapopan, quien fue funcionario de ese municipio apenas seis años y que asegura comenzó hace varios años como jardinero en el Ayuntamiento de Guadalajara y luego fue maestro de inglés, pagando durante muchos años 800 pesos bimestrales de cuota. Ahora recibe una pensión mensual de casi 122 mil pesos. 

También está el caso de quienes durante muchos años cotizaron como maestros de educación básica, como Elisa Ayón, Ana Bertha Guzmán, Idolina Cosío y Daviel Trujillo, aportando cantidades menores. Sin embargo, aprovecharon cuando tenían un cargo con un salario más alto, como diputados, regidores o secretarios, para jubilarse con montos superiores a los 100 mil pesos. 

José María Martínez, quien dejó de ser funcionario público estatal en 2012, se presentó en 2018 con una carta certificada de 2013, en la que presuntamente pidió se le inscribiera en el régimen voluntario, para pagar lo que debía. En 2019 se le asignó una jubilación mensual de más de 108 mil pesos. 

En todos los casos se puede argumentar que fue legal. Pero de moral seguramente preferirán no hablar. 

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