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Gestión y responsabilidad institucional de la pandemia 

La gestión de la pandemia en su dimensión internacional ha implicado la correlación de ambientes institucionales que no siempre han estado en contacto entre ellos. Particularmente en lo relacionado con las estrategias de prevención sanitaria y, como pocas veces, la relación de los efectos que este fenómeno genera en la zona de la proyección de la economía en un país. Además, bajo las condiciones materiales de este siglo en el que la globalización de las economías genera efectos inmediatos en todos los sistemas correlacionados, el diseño de cualquier estrategia en cualquiera de las dos vertientes, sanitaria o económica, repercute inmediatamente en las economías relacionadas. 

Hemos sido testigos de algunas sesiones que, recientemente, han citado con cierta urgencia los socios del TMEC, frente a los retos que cada país tiene en sus economías internas, pero buscando la armonización, en la medida de lo posible, con la dimensión de región estratégica. La falta de suministros o el cambio lento de ritmo en la producción de éstos, por ejemplo, en la industria automotriz, ha dejado claro que las decisiones económicas no le corresponden solamente a un país determinarlas, sino al efecto que tienen esas decisiones en la cadena de producción regional que somete a un análisis más complejo las decisiones internas de cada país. 

En México se ha desarrollado un esquema que pretende acelerar procesos y comenzar a desarrollar líneas de producción y, como un elemento asociado, el de la educación, aligerando protocolos sanitarios o, en todo caso, concebirlos particularmente desde un ángulo que, por cierto, no es el médico-científico, sino sencillamente, ante el apremio de avance de la economía que no ha encontrado un ritmo de inserción internacional regular en la región y, que trata de compensar la caída de -8.5 del PIB que desde 2019 no ha logrado regularizar. 

Del lunes 9 al domingo 15 de agosto, las autoridades sanitarias reportaron 129 mil 449 casos nuevos y 3 mil 960 defunciones por complicaciones de la pandemia Covid-19. De esta manera, la cifra acumulada de fallecimientos por Covid-19 en nuestro país, aumentó a 248 mil 380. En relación con el número de casos, se registraron 9 mil 295 contagios nuevos de coronavirus, para llegar a un total de 3 millones 101 mil 266. 

Por otra parte, se determinó un esquema de semáforos rojos en 15 estados, entre los cuales se encuentra Jalisco. De la determinación del semáforo no se desprenden acciones concretas, que uno pueda atestiguar, de contención en la planeación institucional viendo, únicamente, un llamado a la conciencia particular que, desde luego, representa un elemento determinante en el progreso por los intentos por contener la escalada de la pandemia que, hasta el momento, no ha cesado de avanzar y superar los niveles de los primeros meses de este año. No ha habido, pues, contención y los progresos relativos a los resultados de las campañas de vacunación, alcanzan apenas a una cifra cercana a los 30 millones en el esquema completos y de 24 millones más con solamente una toma. 

El intento de inicio de actividades escolares dentro de este marco, no revela ninguna estrategia clara de intervención institucional de acompañamiento sanitario. La carta compromiso que se demanda a la sociedad para evitar la responsabilidad del Estado, es inoperante porque las garantías individuales constitucionales determinan la obligatoriedad que tiene el gobierno de atender las estrategias para garantizar un esquema de salud para la población y, ese intento por deslindarse de sus obligaciones constitucionales, no representa sino un vano proyecto de avanzar sin responsabilidades. 

El avance de la pandemia es un hecho ineludible, constatado por las cifras provistas por el gobierno que evidencia así, sus intenciones de una apertura educativa y productiva sin responsabilidad. 

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