Quinto Patio

Ahora podemos entender por qué a las autoridades estatales les parece, aseguran, defienden, admonizan, replican que Jalisco es seguro. En el gobierno del estado hay al menos tres contratos de vehículos blindados. Dos de esos contratos son por la compra de 10 unidades, siete para la Fiscalía Estatal y tres para funcionarios sin precisar. El otro es un arrendamiento de 30 unidades, que llama la atención porque el pago por rentar los vehículos cuatro años es superior al que en promedio se pagó por comprar los otros.

De este último contrato, la mayor parte son para áreas de seguridad, que incluyen al fiscal y al secretario del ramo, así como uno para el gobernador y otro que se entregó a Zapopan. Con escoltas y desde el interior de un blindado, afuera todo parece seguro. ¿A poco no?

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Luego de que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana revelara ayer que Guadalajara está entre las ciudades del país con mayor incidencia de homicidios dolosos de mujeres y feminicidios, el presidente municipal de los tapatíos, Pablo Lemus, tendrá que poner en marcha otras acciones, más allá de la coordinación policial entre Guanatos y Zapopan.

Ahora que Zapopan no canta mal las de Chente (que esperamos se recupere), porque hay cinco delitos contra las mujeres (feminicidios, lesiones, dolosas, homicidios dolosos, violencia familiar y violaciones) que se presentan sobre todo en 16 municipios de atención prioritaria. Dos son de Jalisco: Guadalajara y Zapopan. El edil de la Ex Villa Maicera, Juan José Frangie, tiene también harta tarea en seguridad. Pero más que los alcaldes, los policías, que la están pasando mal. Y si no, veamos cómo lamentablemente les fue en Huejuquilla a ocho agentes estatales cuando los montonearon delincuentes. Armas, equipo y hasta una patrulla les robaron.

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La novela por el cierre del basurero Los Laureles llega a un nuevo capítulo. Resulta que siempre sí era responsabilidad de la recolectora de basura Caabsa Eagle buscar un plan de acción para los pepenadores y prevenir el conflicto social que se desató con el cierre del tiradero... pero no lo hizo. ¿Y la autoridad? Ni pío dijo, pero no sólo eso, sino que tuvieron que ser los municipios y el gobierno del estado los que crearan ese plan para calmar las manifestaciones que explotaron el lunes en la ciudad y provocaron un verdadero caos vehicular.

O sea, bien a gusto los de Caabsa, que se lleva sus milloncitos, da un servicio de cuestionable calidad (por decirlo bonito) y, aparte, evade responsabilidades y sus buenas multas que ya debería tener a cuestas. Todo por tener unos gobiernos municipales y estatal por demás complacientes. ¿O qué?, ¿para ellos no hay siquiera un regaño del gobernador Enrique Alfaro?

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Para Citlalli Amaya, candidata de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Tlaquepaque, su rival Alberto Maldonado, de Morena, hizo trampa por impugnar la elección, por misógino y otros calificativos que le lanzó. Para él, la tramposa es ella porque asegura que les robaron el triunfo que habían obtenido en las urnas.

Sus eventos de inicio de campaña fueron los que atrajeron mayor cantidad de personas ayer, mientras que el resto de las candidatas y el otro candidato tuvieron actividades pequeñitas, digamos.

Una de ellas destaca por la campaña que emprendió contra ambos bandos y es Rosario Velázquez, Chayito, del PAN, que promueve su hashtag #NiChanaNiJuana, que nos recordó a Los Polivoces. O sea, ni naranjas ni morenos. Aunque 10 partidos registraron candidaturas en el municipio, en realidad sólo están en la contienda siete de ellos, porque los otros tres respaldan a Maldonado. Esta elección extraordinaria se ha puesto sabrosa, cual lonche de pierna de Amparito.

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