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Posturas, ¿al aire?

Las fracciones parlamentarias de oposición en la 63 legislatura, que arrancó este lunes, iniciaron con tantos bríos en sus posturas políticas que se notó que estaban echadas para adelante buscando posicionar un mensaje y marcar la línea con el Poder Ejecutivo. 

Todos estos discursos ocurrieron en la instalación de la nueva legislatura, cuyos integrantes durarán tres años, y donde todos los partidos políticos tuvieron que fijar sus posicionamientos respecto a lo que harán en este trienio. 

Sorprendió que las bancadas del PRI, Morena, Hagamos y Futuro hayan sido tan arrojadas en sus discursos de inicio, al grado de prometer situaciones que políticamente podrían hacerlas quedar mal en el futuro y tendrían que retractarse o tragarse sus palabras. 

El tiempo contará si el discurso que pronunciaron en su primera sesión de pleno lo mantienen o lo cambian por acuerdos políticos, por dádivas económicas o por premios de posiciones en otros entes públicos, y caer en lo mismo que están criticando, como ha ocurrido en el pasado. 

Desde el PRI acusaron que la gente ya no quiere gobiernos de una persona y que en el Congreso se dejó de escuchar a la gente, por eso ellos buscarían esa cercanía con el jalisciense. 

Fueron muy arriesgados al señalar que el PRI no se prestaría a simulaciones, que no serían cómplices ni comparsas de nadie, sino que serían una posición crítica, entrona, responsable y abierta al diálogo. 

Hasta hablaron de la traición como carta de presentación en otras legislaturas y que no permitirán que esto siga ocurriendo en el Congreso. Todas estas palabras ya veremos si las cumplen. 

En Hagamos también hubo posturas duras, prometiendo vigilar y sancionar a los funcionarios cuando afecten el interés público, y se comprometieron de manera irrenunciable a hacer respetar el equilibrio de poderes y resistirse a la subordinación que sometió al Congreso local en la anterior legislatura. 

Lo que nunca reconocieron es que ambos integrantes de este partido político formaron parte de la anterior, de ésa que en la primera mitad antes de elecciones no fueron tan críticos como lo son ahora, cuando tenían pactos y alianzas que luego se rompieron entre ellos. De eso no hablan. 

Al revés, pidieron congruencia al Ejecutivo, la que ellos deben demostrar y que no lo hicieron en el pasado y hoy la quiere hacer su bancada. 

También en Futuro y Morena alzaron la voz reclamando al pasado y pidiendo cambios por el bien de los jaliscienses y cero sometimiento. 

Los discursos son muy fáciles de leer, incluso de hablarlos en voz grave, pero las acciones son las que cuentan. Y aquí en el Legislativo, la anterior legislatura dejó mucho que desear y la actual puso la vara tan alta que esperemos que no la baje y que demuestren con hechos todo lo que dijeron en los discursos. 

Lo primero que deben hacer todos los legisladores es evitar faltar a sus sesiones de comisión y de pleno por otras actividades porque su prioridad debe ser el cargo para el cual fueron electos y no el partido por las actividades personales. 

Ojalá que esta legislatura sea estricta también para analizar su calidad en la elaboración de iniciativas, de la capacidad de llegar a acuerdos, que no busque salidas administrativas para evitar rendir cuentas. 

Deberían poner el ejemplo en cuanto a transparencia y fiscalización de sus actividades para ahora sí poder saber si trabajan o son sólo discursos. Aquí estaremos al pendiente para revisar si hay incongruencias o si hay respeto a sus palabras, porque en el pasado han decepcionado. 

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jl/I