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Covid y suicidio

Con 300 millones de casos de Covid en el mundo y 4 millones de contagios en México con 300 mil fallecimientos, angustia, ansiedad, depresión y suicidio son daños colaterales, ya que exacerba factores de riesgo al mantener aisladas a las personas y someterlas a pérdida de seres cercanos. 

Es importante conocer signos que pueden advertirnos del riesgo y evitar una tragedia si se canaliza a una clínica psiquiátrica a tiempo. La OMS informa que 2021 dejó más de un millón de suicidios en el mundo y la cifra puede ser mayor debido a que la estigmatización que hay oculta datos, los intentos fueron 20 veces esta misma, cifra lo que lo convierte en la cuarta causa de muerte y un problema de salud pública. 

La pandemia ha causado daños en la salud mental por las crisis económicas, laborales, familiares, rupturas, pérdidas y dolor a su alrededor. 

Los signos son las manifestaciones verbales que deben tomarse con la seriedad debida cuando el ser cercano manifiesta quererse morir, sentirse enfermo, vacío, sin esperanza, culpable, avergonzado por alguna acción o resultado, frustrado, triste, ansioso o en continuo estado de ira, ya que precisamente el miedo y la tristeza se ocultan detrás del enojo. 

Se recomienda estar muy atento a los sitios web que visita el paciente, los programas de televisión, las lecturas, porque a través de esas herramientas puede estar investigando formas de quitarse la vida. Atentos a cambios de conducta como el aislamiento social, el buscar a amistades o familiares e iniciar conversaciones donde de alguna manera se despide, perdona o hace encargos a futuro. Manifestaciones de dolor físico intenso sin aparente motivo. 

Otras acciones son obsesionarse por hacer regalos sin motivo, dejar en vida pertenencias, ordenar sus propiedades o por el contrario tirarse al descuido, realizar actividades de alto riesgo como conducir a altas velocidades, abusar de sustancias químicas como el medicamento, alcohol o drogas; dormir y comer desmedidamente o por el contrario dejar de tomar alimentos sumado a cambios de humor radicales que llevan incluso al rompimiento previo de relaciones con amistades y familiares que deja desde luego al ocurrir la tragedia, una estela de culpabilidad, reproche o hasta autocastigo. 

De aquí la importancia de buscar urgentemente ayuda profesional en clínicas especializadas en la prevención del suicidio antes que, en psicólogos sin experiencia, coach, religiosos o simples consejeros. 

El suicidio es una enfermedad mortal que debe ser atendida con la urgencia del caso de una manera determinante, los enfermos no pueden permanecer solos y se les debe retirar todo aquel medio que puedan usar para autodañarse. El suicidio no únicamente mata al enfermo mental, sino que desagarra a sus familiares e incluso puede matar por siempre una parte de su vida si no son atendidos también como secuela de dicho problema de salud. Enfermos y víctimas de pérdidas por Covid deben ser observados para detectar a tiempo un posible suicida e intentar su tratamiento y cura a tiempo. 

jl/I