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En estas fechas se suelen dar a conocer los resultados de ejercicios de evaluación del desempeño de nuestras organizaciones públicas. Hace una semana se publicó el Índice de Estado de Derecho, en el que Jalisco obtuvo un puntaje general de 0.38, lo que lo colocó en el lugar 24 de las 32 entidades federativas de México. 

Ahora toca el turno de revisar lo que ocurrió en el caso de la Métrica de Gobierno Abierto (MGA), que es un estudio realizado de manera conjunta entre el Centro para la Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Dicho estudio trata de dar cuenta del estado que guarda el gobierno abierto en México, y se viene realizando cada dos años desde 2017. Fundamentalmente, da seguimiento a los avances o retrocesos en lo referente a la transparencia y la participación ciudadana en todo el país. En otras palabras, “[e]ste ejercicio pretende medir qué tanto puede un ciudadano o ciudadana conocer lo que hacen sus gobiernos y qué tanto puede incidir en sus decisiones”. 

En resumen, la MGA se compone de dos dimensiones, Transparencia y Participación, y dos perspectivas, la gubernamental y la ciudadana. El valor general del Índice de Gobierno Abierto, una calificación entre 0 y 1, donde 1 indica un gobierno totalmente abierto y 0 de uno sin apertura, es un promedio de los resultados de los cuatro subíndices. 

En este caso me centraré solo en lo que se refiere a la participación ciudadana, por dos motivos. El primero es que es el aspecto en el que Jalisco resultó peor evaluado, y el segundo, relacionado con el anterior, es que el actual gobierno estatal ofreció un nuevo modo de gobernar, que implicaba de nuevas relaciones entre gobierno y sociedad. 

En lo que se refiere a la perspectiva del gobierno, en la MGA se revisa “la existencia de mecanismos de participación y algunos de sus aspectos: si están abiertos a toda la ciudadanía, cuál es el nivel de participación e incidencia ciudadana que permiten, así como si existe evidencia de que estén en funcionamiento y de que sus resultados hayan sido utilizados por las instituciones.” En cuanto a la perspectiva ciudadana, “se evalúan las posibilidades de incidencia con las que cuenta la ciudadanía”, mediante un ejercicio de usuario simulado en el que se contacta a los diferentes sujetos obligados con una propuesta ciudadana, y a partir de eso, se califica: (1) si existen diversos métodos de contacto, (2) si las personas usuarias reciben confirmación de que su propuesta ha sido recibida, (3) la rapidez con la que ocurre, y (4) si esa comunicación lleva a la activación de un mecanismo de participación. 

En el caso de Jalisco, se evaluó a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los órganos autónomos, los órganos descentralizados, las universidades públicas, los partidos políticos, los sindicatos y fideicomisos públicos, así como a 15 municipios elegidos al azar, teniendo como resultado que Jalisco se encuentra en el lugar 20 de las 32 entidades federativas en el rubro de la participación ciudadana. 

De acuerdo con la metodología de la MGA, al parecer ese resultado se debe a que los mecanismos de participación utilizados en nuestro estado son, en general, de carácter consultivo, y no se les dio seguimiento. Adicionalmente, ese resultado representa un retroceso, dado que en el año 2017 se había obtenido un promedio de 0.38; en 2019, de 0.46; y en 2021, de 0.35. Es decir, en este momento Jalisco está peor que al inicio. 

Los datos y resultados de la MGA pueden consultarse en: https://cutt.ly/sH9WpG2. 

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