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Parlamento abierto… a puerta cerrada

Parece una contradicción, y lo es, el hecho de que se denomine como un ejercicio de parlamento abierto invitar a comparecer ante el Poder Legislativo a funcionarios del gabinete del Ejecutivo para que expliquen los pormenores de una propuesta de uso de recursos públicos, en la que no se abre la posibilidad de que integrantes de la sociedad civil, la academia y la iniciativa privada expongan sus argumentos o inquietudes respecto a las implicaciones de lo que está por decidirse.

Desafortunadamente, es muy fácil convertir en una moda el uso de términos que representan un concepto más amplio y profundo que el que le reconocen los actores públicos. Eso es lo que ha ocurrido con la “apertura”: Gobierno Abierto, Congreso Abierto, Justicia Abierta, etcétera, que incluso se incorporaron a la Constitución de Jalisco (artículo 11, apartado B), en la que se “reconocen como políticas gubernamentales dirigidas a propiciar el trabajo colaborativo, con la finalidad de incentivar la participación ciudadana”.

Pese a ello, en algo tan trascendente como es la gestión de las aguas residuales en una de las cuencas más contaminadas de México, la de El Ahogado, y lo que implica para la sostenibilidad de nuestra ciudad, así como otro elemento fundamental de nuestra calidad de vida, la movilidad y el transporte público, la comisión legislativa de Hacienda, que preside la diputada Claudia Salas, no consideró pertinente involucrar a quienes tienen conocimiento sobre estos temas, para, en un sano ejercicio democrático, debatir las implicaciones de las propuestas del gobernador.

Habrá quien considere que es normal hacerlo así, que para eso elegimos a quienes nos representan en el Congreso, para que tomen decisiones. Pero esa perspectiva me parece que esconde una sobre simplificación del asunto, porque se trata de cuestiones sumamente complejas, que requieren de varios puntos de vista para comprenderse bien y tomar decisiones adecuadas.

Además, ante problemas complejos, la tentación de ofrecer soluciones simplistas es grande, y es necesario recordar que no están en juego solamente las finanzas públicas, que quedarían comprometidas por varios años, o décadas, sino también, como ya lo mencionaba, nuestro bienestar, y hasta nuestra supervivencia. Así que, tratar de implementar de manera precipitada una propuesta de solución que no se ha sido suficientemente analizada, nos puede dejar sin recursos, y además con el mismo problema sin resolver.

Reconozco que recurrir a especialistas, tanto académicos como de la sociedad civil, no garantiza que se encuentre la mejor solución posible, pero sí nos puede ayudar a evitar errores obvios para quien sabe del tema. Y entiendo que para quienes tienen funciones de autoridad, y una carrera política por delante, el tiempo nunca es suficiente, pero si realmente queremos cambiar las cosas, y empezar a construir nuevas formas de relación entre el gobierno y la ciudadanía, es necesario hacer las pausas requeridas.

Así que, si la actual legislatura del Congreso de Jalisco realmente quiere pasar a la historia como una que hizo bien las cosas, y no al contrario, debería generar ejercicios reales de apertura, para discutir las cifras, planes y programas que propone el Ejecutivo en estos y otros temas igual de trascendentes.

Mantener cerrado al Congreso, generando condiciones para que los funcionarios no rindan cuentas, agrava las circunstancias que vive nuestro estado. Y como las instituciones se abren desde afuera, le invito a presionar a través de Twitter. En este enlace están las cuentas de quienes integran el Congreso de Jalisco: cutt.ly/rJH9qD8

 

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Twitter: @albayardo

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