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Vigilar la ciudad en Nochebuena

Ánimo navideño. Los integrantes de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara se encargan de decorar su lugar de trabajo. (Foto: Tania Yareli Casillas)

Pasarán la Nochebuena al pendiente de los habitantes de Guadalajara. Francisco Córdova y otros 20 miembros de la base Agua Azul de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara faltarán a sus cenas familiares para cubrir la guardia del 24 de diciembre.

“Es algo triste y a la vez reconfortante porque aquí es una segunda casa. Sí estás lejos de tu familia, lo que viene siendo tus hijos, tus hermanos, tu esposa, pero tenemos aquí a otra familia, que son todos los muchachos que conformamos el turno”, explicó el teniente.

Incluso, hay bomberos que contagian su espíritu navideño, “hay algunos que les gusta adornar el cuartel, o que les gusta adornar la motobomba, ya le ponen su coronita, le ponen lucecitas, algún distintivo navideño”, y así motivan a sus compañeros. Este año, el árbol de la base fue adornado con cascos y botas hechos de foami.

Cena en cuartel

Quienes estarán de guardia mientras los tapatíos disfrutan con sus familias decidieron cenar hamburguesas, “no podemos hacer nosotros algo que se lleve mucho tiempo de cocinar porque las emergencias no esperan, entonces una hamburguesa puedes llegar del servicio y la puedes volver a calentar”, contó Córdova.

“A algunos les toca picar la verdura, a otros les toca calentar el pan o la carne; cada quien hace su parte de su labor para realizar la cena” y, si tienen oportunidad, escuchan algo de música.

“Cuando hay chance sí nos damos un abrazo de hermandad, cuando estamos tranquilos y que se llegan las 12 de la noche”, dijo el bombero y recordó que en “muchas de las ocasiones estamos a punto de sentarnos a comer cuando sale el servicio y ¡vámonos!”. El año pasado, justo después de cenar, les llegó el reporte de incendio de una fábrica de plásticos sobre avenida R. Michel.

Doble familia

Para el teniente, sus compañeros son su familia, “éste es un trabajo que tenemos que estar en armonía todos, porque depende la vida de uno, del otro, tenemos que estar todos en armonía, todos a gusto para que salga mejor resultado a la hora de atender una contingencia”.

No obstante, reconoció que sus horarios de trabajo decepcionan a sus seres queridos, “se ponen tristes, más los pequeños. Tengo dos niñas y no les gusta que esté aquí en ese tipo de fechas”.

Sin embargo, el bombero considera que su trabajo vale la pena porque salva vidas o los bienes de las personas, “y al final que te den las gracias, eso es algo que no tiene precio; es muy gratificante, muy reconfortante, con eso nos sentimos bien”.

Los incendios o accidentes que se atienden en nochebuena están mayormente relacionados con negligencia de los ciudadanos. Por ejemplo, quienes juegan con pirotecnia y sobrecargan las instalaciones eléctricas.

EH/I