Tequileros vigilan impacto ambiental

Plan de tequileros, con efectos para 2030

LÍQUIDO. Rojas Ramírez señala que se requieren entre 600 mil y un millón de litros de agua por hectárea de agave plantada durante su primer año de crecimiento. (Foto: Especial)

La sobreproducción de tequila agrava el estrés hídrico de Jalisco, recalcó José Juan Pablo Rojas Ramírez, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) a través de un trabajo académico. En respuesta, el Consejo Regulador del Tequila (CRT) afirmó que desde 2014 trabaja en un plan de sustentabilidad con miras a reducir el impacto hídrico en 2030.

Rojas Ramírez describe en su texto que durante los últimos años Jalisco vive un boom agavero que incluso en 2023 provocó una caída en el precio de compra del agave para la producción tequilera; sin embargo, no es la única consecuencia, ya que la sobreproducción también tiene consecuencias ambientales que van desde el daño al suelo agrícola y a los microclimas hasta el estrés hídrico por la cantidad de agua necesaria en la agroindustria.

Lo anterior lo planteó en la investigación El devenir hídrico e implicaciones socioambientales ante la agroindustria del tequila en Jalisco, publicada en la edición de julio de 2023 de la revista Intersticios Sociales del Colegio de Jalisco.

“El asunto de la alta demanda de agua implicada en la producción conlleva otros gastos de agua, hay que implicar las cantidades en el riego del cultivo de agave; se estima que se requieren alrededor de 600 mil a un millón de litros de agua por hectárea de agave plantado durante su primer año de crecimiento”.

El investigador ahonda en el gasto de agua y puntualiza: “Se estima que la producción de una botella de tequila requiere de 4 a 5 litros de agua por cada kilogramo de piña de agave (jima), dependiendo los métodos y tecnologías utilizadas en el proceso de destilación y disposición de residuos, (pero) la cantidad de requerimiento se incrementa hasta a 10 ó 15 litros de agua por uno de tequila”.

ATIENDEN EL PROBLEMA

Carlos Fernando López de la Cruz, responsable de Proyectos de Sustentabilidad del CRT, mencionó que aunque dicho organismo no tiene la responsabilidad de vigilar que los empresarios cumplan las leyes y normas ambientales, sí trabaja desde 2014 en generar acciones que permitan reducir 15 por ciento el impacto en el consumo de agua hacia 2030.

“Existen muchas acciones que realizan las empresas, van desde sus reducciones internas en el consumo del agua, para eso están haciendo cambios en sus sistemas de producción reduciendo el consumo de agua (…) algunas empresas tienen el compromiso de retornar el 100 por ciento del agua que utilizan para el año 2025 y otras para el 2030. Trabajan en proyectos como proteger zonas de recarga para aumentar los niveles de recarga de acuíferos o humedales en los Altos Sur, también la reforestación y evitar la deforestación”.

Otros proyectos de tequileros para reducir el uso de agua están enfocados en la reutilización de líquido tratado en sus instalaciones y, en ese sentido, en Tequila hay un plan para que el gobierno municipal emplee dicha agua en sus servicios.

Finalmente, el integrante del CRT afirmó que, además de sus protocolos y las normas y leyes mexicanas, también hay normativas internacionales en materia ambiental que deben cumplir los empresarios que quieran exportar su producto.

jl/I

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