Cárceles, mal hogar de mujeres e hijos

En Jalisco hay 11 niños que viven en la cárcel. Esta condición se registra porque es la única posibilidad que tienen para dormir con sus madres, que están privadas de la libertad. El hogar de estos menores no ofrece las mejores condiciones, pues según la revisión que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a las prisiones de la entidad, la calidad en las mismas se redujo en 2017 con relación al año previo.

La calificación que otorga el organismo nacional a los reclusorios es de 6.96, lo que representa 0.17 puntos porcentuales menos que en 2016.

Para esa evaluación se tomaron en cuenta los aspectos que garantizan la integridad personal del interno; aquéllos que garanticen una estancia digna; las condiciones de gobernabilidad, reinserción social del interno y grupos de internos con requerimientos específicos.

Los datos fueron retomados por la organización Reinserta, que trabaja en un proyecto denominado Niños Invisibles, el cual busca mejorar las condiciones de vida de los menores que nacen y viven en prisión. Se calcula que en México hay alrededor de 800 niños en esta condición, según el informe 2017 de esta organización.

En los planes se señala que el objetivo es “transformar su vida a través de un modelo de atención especializado para su desarrollo integral en la primera infancia, basados en evidencias e intervención en grupos de acuerdo a su edad, a fin de luchar por que cuenten con los mismos derechos que un niño o niña que se encuentra fuera de reclusión”.

Según datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), retomados por Reinserta, en Jalisco están en prisión 565 mujeres, contabilizadas hasta el 20 de abril. De éstas, 474 son por delitos del fuero común, 81 por delitos federales y 10 de ambos fueros.

De los cinco centros penitenciarios que hay en el estado, según información que se obtuvo a través de peticiones de transparencia, solo en la Comisaría de Reinserción Femenil se cuenta con un Centro de Desarrollo para los Infantes (Cendi).

Los centros revisados son la Comisaría de Prisión Preventiva, que tuvo una calificación de 6.49; la Comisaría de Sentenciados, 6.28; la de Reinserción Femenil, con 6.95; los reclusorios de Puerto Vallarta con 7.44, y de Ciudad Guzmán, con 7.65.

La evaluación general es de 6.96, la tercera más baja registrada desde 2011. Los años en que las cárceles de Jalisco habían tenido una menor calificación fueron 2014 con 6.67, y 2015, con 6.90.

Sobre las condiciones generales de los centros penitenciarios de Jalisco, se mantuvieron igual y sólo hay una mejora en la Comisaría de Sentenciados y una disminución en la de Ciudad Guzmán.

En esta evaluación, correspondiente a 2017, se vuelve a señalar la existencia de autogobiernos en la Comisaría Preventiva y en la de Sentenciados. Además, tanto en estos dos como en el femenil hay hacinamiento y sobrepoblación.

Otros señalamientos se refieren a insuficiencia de personal de seguridad y custodia, así como una deficiente separación entre procesados y sentenciados. Esto, sumado a la falta de actividades laborales y de capacitación, y de programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.

NÚMEROS

Población femenil en prisión

474 mujeres por delitos del fuero común

81 mujeres por delitos del fuero federal

10 mujeres por delitos de ambos fueros

565 personas en total

11 niños duermen con sus madres en prisión

1 centro penitenciario en Jalisco tiene un área especial para el desarrollo de infantes

5 centros evaluados

JJ/I