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PRI: Ramiro se queda

Ramiro Hernández García se queda al frente del PRI.

Cuando se creía que ante la trágica realidad del Partido Revolucionario Institucional en Jalisco –y en todo el país– se ofrecería a su militancia una contienda entre varios candidatos para renovar su dirigencia estatal que concluyera en 2021 el período pendiente, desde el centro decidieron evitar que las aguas se agitaran y pusieron freno a cualquier intento con la postulación de quien ocupaba ya la presidencia, aunque de manera irregular.

Una corriente dentro del partido impulsaba la candidatura del ex diputado Hugo René Ruiz Esparza, mientras por otro lado el consejero Fernando Pulido Kim se apuntaba para entrar a la contienda, aunque se mantenía latente la posibilidad de que Hernández García decidiera apuntarse como aspirante y entonces el escenario pudiera cambiar.

Y así sucedió. Se asegura que desde las principales oficinas del CEN se envió la señal de que Ramiro Hernández debería continuar al frente del partido, sabedores de que con ello se evitaría un problema interno que amenazaba con estallar si se abría la participación de varios candidatos que no garantizaban el cierre de filas en torno a cualquiera de ellos que hubiese ganado, pues el ambiente dentro del partido no es el más propicio para jugar a la democracia.

Sin embargo, días antes trascendió en los corrillos priístas que de confirmarse la permanencia de Ramiro Hernández en la dirigencia, Ruiz Esparza buscaría entonces sumarse como secretario de Organización. Por lo pronto, sin confirmarse aún los espacios que ocuparán, tanto Hugo René como Pulido Kim fueron integrados al equipo de quien sólo necesitará formalizar su cargo, como mero trámite, con el voto mayoritario –por no decir que unánime–, que le darán los consejeros políticos el domingo 2 de diciembre.

Ramiro Hernández renunció a la dirigencia interina del PRI el viernes pasado, a fin de estar en condiciones de registrarse como candidato, lo que sucedió ayer al mediodía. Como compañera de fórmula para ocupar la secretaría general lleva a Verónica Flores, quien fue regidora cuando estuvo al frente del gobierno municipal en Guadalajara, pero quien se iniciara en la política al lado del ex dirigente José Manuel Correa Ceseña, para luego hacer equipo con Eduardo Almaguer al frente de la secretaría general del comité del PRI en Guadalajara –cargo que también ocupó durante la presidencia de Pablo García– y acompañarlo durante su paso por la Fiscalía General del Estado.

Esta será la tercera ocasión que Ramiro Hernández asuma la presidencia estatal del PRI, pero ahora en condiciones muy diferentes a las dos primeras, y muy adversas, pues no sólo el PRI fue refundido a la cuarta posición como fuerza política en el estado, sino que en su interior se vive un escenario de división, de inconformidad, de enojo, de ver “la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, y no se descartan nuevas deserciones de militantes.

Al interior del partido hay voces que advierten que para esta nueva etapa, Ramiro Hernández debe darle una fuerte sacudida a su tradicional equipo de colaboradores que no siempre le han dado buenos resultados ni le han ayudado mucho, y darle entrada a nuevas expresiones, nuevos rostros, que sumen y que sean efectivos en las tareas y el trabajo que están obligados realizar si es que quieren que su partido esté en condiciones de recuperar en 2024 algo de lo perdido, porque no se advierte cómo puedan lograrlo en 2021.

Pero, ojo, también hay voces que no descartan en 2019 una rebelión interna que pudiera iniciar con manifestaciones de inconformidad y llegar, incluso, hasta la toma de las instalaciones del propio partido. Aunque otros dicen que esto podría suceder si esos inconformes no abandonan antes al PRI. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

da/i