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El horror viene de la realidad humana

TEXTOS. Ambas autoras hablaron con más de 500 asistentes sobre el origen de sus historias e inspiración. (Foto: Especial)

Las actividades con motivo del Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor continúan y en esta ocasión se trató de un conversatorio con las autoras Liliana Blum y Mariana Enríquez, quienes dijeron que los textos crudos, que detallan el horror y los instintos más oscuros del ser humano, tienen su origen en la no ficción, esto durante el evento llamado El horror de la realidad, que se llevó a cabo en el Edificio Arroniz de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC).

Alrededor de 500 personas que siguen la literatura de terror se dieron cita en la charla, moderada por Bernardo Esquinca, porque consideran a ambas autoras como dos de las más importantes exponentes contemporáneas del género.

Uno de los temas centrales fue el origen de estos relatos que pueden resultar perturbadores, por lo que la escritora argentina Mariana Enríquez señaló que la mayoría de los horrores, sobre lo que escribe, toman su inspiración de la realidad, pero a veces la ficción es un espacio seguro. “Uno toma de la realidad para ciertos horrores, pero finalmente es literatura y al ser literatura se convierte en un espacio seguro donde poder hablar, donde poder pensar en lo oscuro, donde poder imaginar, donde poder poner nombre a lo que nos da miedo, sin que nos pase nada”, explicó.

Por su parte, la duranguense Liliana Blum dijo que para transformar esta cruda realidad en la literatura es necesario reconocer la parte oscura que tienen los seres humanos. “Creo que lo más perturbador es que no es difícil meterse en un personaje si aceptas lo que tú eres, yo he sentido ganas de vengarme, no necesariamente paso a la acción, pero lo siento, son sentimientos muy bajos, pero los tengo. Esta parte oscura, a mí me permite incluir honestidad en la forma en la que los personajes actúan y es lo que hace que un lector se pueda reconocer también en aquello, a lo mejor de manera secreta, pero ahí está”. Mariana Enríquez coincidió con Blum en que hay que reconocer esa parte oscura.

La charla continuó en torno a los estigmas que viven las escritoras y las mujeres, en particular del cuerpo, de cómo es visto y cómo es parte de un drama cotidiano y que aparece en la obra de ambas escritoras, como el paso de la edad, el deterioro, la aceptación, las necesidades creadas, etc.

También compartieron la manera en que el territorio está presente en sus textos, en el caso de Blum, Durango y el norte del país tienen una marcada presencia; mientras que en los textos de Enríquez la presencia de Buenos Aires y las provincias se reflejan no solamente de manera descriptiva, sino también ideológica.

“Todos somos producto de nuestro lugar y tiempo, si es un trasfondo de nuestros personajes, no es tan determinante, creo que mis historias podrían suceder en cualquier lado, pero es lindo (incluir a Durango)”, destacó Liliana Blum.

Cuando llegó al final el conversatorio, muchos de los asistentes pudieron acercarse a ambas autoras quienes firmaron autógrafos y se tomaron varias fotografías con sus lectores, quienes abarrotaron el lugar.

jl/I