INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Mano negra

Quien miente, toma sobre si la gran carga de inventar veinte mentiras para mantener la primera
Edward Young

Recibo mensajes de un amigo, hombre serio, con quien intercambio textos. Encuentro un breve video que muestra los desgarradores gritos de una madre que no encuentra a su pequeño de 4 años: “… se lo llevaron… por favor, por favor, se llevaron a mi hijo…”.

Por demás está decir que la angustia cundió entre los comensales de Sushi Factory y en los paseantes que se encontraban en esa zona de los pasillos de la Plaza Andares, en Zapopan. La desesperación de la mujer era contagiosa. Muchas de las personas presentes tomaron fotos desde el celular de la madre del niño y se lanzaron en su busca por andadores y tiendas del centro comercial.

El video venía acompañado de un mensaje alarmista y sesgado con evidente intención de crear alarma entre la población. Aquí algunos fragmentos del texto:

“HOY en ANDARES, presenciamos un episodio de terror. A las 5 de la tarde se intentaron robar un niño de 4 años en la zona de restaurantes. Sí, en pleno día de las Madres fuimos testigos de un acto cobarde e inhumano como ese. He leído y escuchado a gobernantes y corporaciones de seguridad pedir que NO se comparta información que genere psicosis social, pero nadie me lo contó, estuvimos a 5 metros y lo vivimos en carne propia. En 2 segundos, dos mujeres sustrajeron al pequeño ante el breve descuido de sus papás. Durante 30 minutos la plaza se volteó de cabeza y nos dimos cuenta de la nula capacidad de la seguridad privada para actuar ante un caso como estos”.

“Los protocolos de emergencia los sugerían las personas que intentaban ayudar, ‘paren el tráfico’, ‘cierren la tiendas’, ‘revisen los carros que salen’, nada de eso pasó”.

“(…) Cuando apareció el niño, con ayuda de las cámaras ya se tenían identificadas a las personas que lo sustrajeron. UN solo policía estatal y los de seguridad privada se limitaron a decir ‘lo bueno que ya encontramos al niño’. (Aunque creo que al niño lo encontraron la personas que no fueron indiferentes al horror que se respiraba)...”

La persona que supuestamente “vio todo” remata el mensaje señalando en un párrafo final su molestia de que “…DOS SEÑORAS GORDAS DE FALDAS LARGAS, lo van a intentar de nuevo…” y criticando que “…quien rige el estado está más preocupado por sus compromisos sociales y sus gustos personales… seguro viendo a los Lakers…” O sea: un descarado golpeteo político.

Otra historia

La versión, supuestamente de la mamá del niño perdido, dice que se alejó mientras ella guardaba el celular y cuenta: “Empecé la búsqueda, gritaba y gritaba con todas mis fuerzas, la gente empezó a darse cuenta y ayudarme a buscarlo, le avisaron a la policía, vocearon por toda la plaza que El Niño (sic) se había perdido. Yo jure que ya no lo iba a volver a ver, porque fue en cuestión de segundos”.

“Mi esposo se fue a buscarlo por la plaza, yendo primero a los lugares que ya conoce Luciano. Y lo encontró en Juguetrón…”.

Dos versiones

Antes que nada, debe resaltarse en esto el estado de paranoia existente entre los tapatíos. El episodio refleja fielmente la percepción de inseguridad que existe entre la población en general: la señora gritaba “se lo llevaron” no decía “se perdió” y entre ambas frases hay la gran diferencia por la sensación de peligro inminente en que vivimos en la ZMG, el estado y el país.

El otro asunto relevante es el mensaje en redes que, sin mencionar a Enrique Alfaro, pretendía golpearlo. Los ciudadanos debemos aprender a no irnos con la finta y evitar contribuir a que gente malintencionada, seguramente pagada, infecte nuestras opiniones con el veneno de la desconfianza.

Esto no es un cheque en blanco para los gobernantes, deberá criticarse lo mal hecho, hay que denunciar lo corrupto, pero no debemos caer en el juego de las noticias no confirmadas y, menos aún, contribuir a hacerlas virales.

Colofón…

Los incendios en los bosques, en especial La Primavera o El Nixticuil, son provocados y lo hacen quienes buscan el jugoso negocio inmobiliario del que participan autoridades y jueces, deberá ser motivo de reflexión y análisis.

@BenitoMArteaga

[email protected]

JJ/I