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Invasiones al bosque, con el apoyo de gobiernos

FALTAN. El líder de la disidencia cree que al ejido aún le esperan otros procesos de invasión en su superficie. (Foto: Agustín del Castillo)

La destrucción del bosque La Primavera en los territorios ocupados por el ejido Santa Ana Tepetitlán, en Zapopan, tiene responsabilidad directa en las sucesivas mesas directivas que, primero, interpusieron un amparo para excluir 552 hectáreas del decreto de protección, y después, propiciaron la invasión hormiga de esa superficie, sin normas urbanas ni control, advierte el líder de la disidencia ejidal desde hace casi 40 años, Tranquilino Flores Aguilar.

“La invasión se ha puesto con el apoyo de nuestros gobiernos, que se han prestado a que nos invadan, y la mancha urbana ya está tocando a La Primavera, que es lo que nos afecta. Yo creo que esas invasiones ilegales empezaron desde 1989 y nosotros las hemos denunciado, pero han hecho caso omiso”, destaca el anciano dirigente ejidal.

“Nosotros ganamos el amparo completo para detener en todo el ejido los negocios, pero se ha violado. Estamos tratando de evitar que talen árboles, la madera, esos invasores invaden terrenos del ejido, talan los árboles para formar sus jacales, empiezan con lonas y vienen terminando con los árboles también; es aquí (…) el pulmón y la riqueza grande de la naturaleza y nuestros gobiernos no ven eso, según ven, pero no ven”, advierte.

Asegura que “a Zapopan es a donde hemos venido haciendo reportes, al presidente saliente, al presidente que está y nadie nos ha hecho caso (…) desde 1989 ó 1990 hemos venido reportando los taponamientos de arroyos en toda la zona, y ha sido imposible, no nos ha atendido, han hecho caso omiso las autoridades. Hay personas que políticamente ponen a otros a que junten personal y van y los plantan, y el gobierno hace como que no ve, como que si no hablara nadie o no le importara y así no se puede”.

TODO EL PROCESO

El ejidatario tiene 74 años y le tocó vivir completa la historia de la destrucción de un emporio productivo de maíz. “Al bosque yo fui morro, bien lo recuerdo, y todo eso era agostadero para los animalitos, para el ganado de aquí del pueblo, del ejido. Abajo no había casas y todos sembrábamos maíz y frijol, camote y cacahuate. Se vivía bien, era la manutención del pueblo, del ejido, y la manutención también era parte del monte, el carbón, los palos para casas, que les decíamos morillos, que es la madera que se utilizaba, era para quemar y se vendía para la ciudad, que usaba leña”.

Tranquilino aprendió a trabajar la tierra a los 12 años de edad. “Empecé a cultivar y a barbechar, que son los principios para obtener la tierra; mi papá fue ejidatario, su nombre fue Cirilo Flores Sevilla, fue de los fundadores del ejido, que es de 1927. La ampliación del ejido, que es donde está el bosque, es como 50 años después, allí en La Primavera. Fuimos 13 hermanos, ahora quedamos ocho; yo soy el hermano segundo, el primero ya falleció”.

Don Tranqui, como le apodan sus amigos, vio el deterioro que provocó una acción gubernamental contra los intereses del ejido: en 1976, el presidente Luis Echeverría expropió más de 250 hectáreas que ahora conforman diversas colonias, entre ellas, Paseos del Sol, pero la zona irregular no rebasaba las 50 hectáreas. Esto marca para Santa Ana Tepetitlán el historial de abusos con la superficie de labranza, primero, y luego con el bosque. El patrón, considera don Tranqui, ha sido siempre la bendición gubernamental para esas tropelías.

“Empezó todo con Paseos del Sol, porque los de la Corett (Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra) se metieron, dijeron: ‘ésta área o polígono es para regularizar’, y agarraron en donde quisieron. Fue el gobierno el primero que nos invadió. A los campesinos, el día de ese decreto se les arrancó su labor, sus cosechas; no dieron chanza de que recogieran nada, a los que invadieron les arrancaron, destruyeron y nunca fueron indemnizados como Dios manda. Fue un abuso completo”.

Flores Aguilar atisba el final del ejido, invadido por procesos urbanos en toda su superficie, pero se niega a abandonar la lucha.

“La invasión se ha puesto con el apoyo de nuestros gobiernos, que se han prestado a que nos invadan, y la mancha urbana ya está tocando a La Primavera”

Tranquilino Flores Aguilar, dirigente ejidal

Ya tienen rato

Tranquilino Flores Aguilar cree que las invasiones ilegales al bosque comenzaron en 1989. Desde entonces, asegura, se han denunciado, pero las administraciones “han hecho caso omiso”

JJ/I