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Centro Cultural San Andrés sigue en incertidumbre

Esquema. En el barrio ya se había logrado una buena colaboración entre los vecinos, comerciantes y talleristas del centro cultural, misma que se rompió con el cambio de administración. (Foto: Alfonso Hernández)

Pese al reciente nombramiento del director del Centro Cultural San Andrés, José de Jesús Sánchez González, los vecinos siguen sin obtener respuesta a sus necesidades. Adicionalmente, en todo el año la directora de Cultura del Ayuntamiento tapatío, Violeta Parra, tampoco ha a asistido en persona a conocer la situación: ha atendido a los afectados en reuniones a las que ellos van a buscarla.

Los ciudadanos y vecinos del barrio preocupados por la cultura se dicen afectados por esta actitud, presentaron una carta dirigida al presidente municipal Ismael del Toro en la que le piden poner atención a los compromisos culturales que su antecesor, Enrique Alfaro Ramírez, hizo con el espacio que busca resguardar la historia y la identidad del barrio tradicional durante su gestión.

En San Andrés el Centro Cultural funciona de manera distinta al de otros centros culturales. Hay un acta constitutiva y un convenio que señala que en el centro, los ciudadanos y sus representantes así como la asociación de comerciantes de San Andrés trabajarán de manera conjunta en pro de la cultura.

“Habíamos logrado una dinámica positiva, en la que entre vecinos, gestores y miembros de la asociación organizamos actividades y reunimos fondos para darle vida al centro y acercar la cultura a los cientos de jóvenes que viven en los alrededores del barrio, para ofrecerles otra oportunidad que las autoridades les están quitando”, dijo en entrevista con NTR Juan Manuel Ruíz, presidente de la Asociación de Comerciantes, Prestadores de Servicio y Vecinos de San Andrés.

“Nos fueron olvidando en la actual administración. Antes nos tomaban en cuenta para todas las decisiones en torno al centro y si necesitábamos recursos extras nosotros los conseguíamos. No entendemos este desplazamiento. Sólo queremos que cumplan con su palabra, todo lo que estamos haciendo lo hacemos por los niños, ellos son los más importantes”, añadió Ruíz.

Nadie les ha dado una respuesta ni les han aceptado para reunirse. Hace unas semanas el edificio ubicado en la avenida del Chamizal 231 sufrió una inundación durante un fin de semana por el temporal, ocurrido fuera de horarios oficiales. Los vecinos reportaron que pudieron ver parte del mobiliario, computadoras y libros afectados por la lluvia sin que se les diera paso para entrar al espacio a intentar salvarlos. Varios instrumentos donados por la Policía municipal se encuentran también embodegados y sin uso, aunque se supone que el taller de música funciona.

Hasta la fecha no saben si han sido dañados porque el personal que labora en el centro no permite que nadie vea. Latas de pintura que habían sido donadas el año pasado a la asociación para la pinta de murales quedó incompleta y el material en resguardo del ayuntamiento, tampoco los dejan entrar ahí. Un concierto planeado para octubre del año pasado de Los Freddy’s, banda legendaria mexicana nacida en el corazón del barrio y que sería casi del todo financiada por la propia agrupación, incluso la conformación de una orquesta como parte del programa de la Secretaría Cultura estatal Ecos Música para el desarrollo, la rodada ciclista cultural Vikingos que salía de San Andrés y visitaba un espacio emblemático de la ciudad: todo sigue aplazado indefinidamente. A quienes hacían este trabajo sin recibir un solo peso, ahora apenas no se les permite proponer nada ni generar actividades ahí.

“Hay un gran sentido de frustración generalizado”, expresó una de las talleristas que prefirió guardar su identidad y privacidad, porque pese a todo este es el trabajo que eligió para contribuir a la comunidad y no quiere perderlo. Ni a ella ni a ninguno de sus compañeros de los talleres que se imparten por el ayuntamiento han recibido su salario desde marzo pasado, cuando por fin se retomaron las actividades en el centro.

“Después de mantenernos sin información en marzo nos llamaron para preparar nuestros talleres, pero ya no nos dejan hacerlos fuera del centro, como antes cuando había otras sedes en convenio, y nos  retuvieron los pagos, nos han hecho firmar papeleos largos y aunque antes se habían atrasado los cheques nunca había tardado tanto”, dijo otro de los talleristas.

Apenas hace tres semanas les pagaron lo que les debían a los maestros con la promesa de que esto no ocurriría después. El contacto con los ciudadanos de la asociación, sin embargo, sigue siendo nulo.

“Ya ni siquiera contestan los mensajes de texto, intentamos retomar comunicación con el coordinador de los centros culturales, para coordinar lo de la rodada y nos remitió con una persona que no nos contesta el teléfono, toda la comunicación está fragmentada y nosotros hemos trabajado durante este tiempo por el centro, no entendemos por qué se nos hace a un lado o cuál es la estrategia, pero se siente como una falta de respeto”, dijo Víctor Hugo Arce, otro de los gestores miembros de la Asociación.

Daños en el edificio

Problemas con la electricidad y con la infraestructura del espacio tampoco han sido atendidos. “Los niños preguntan por sus talleres, estuvieron más de seis meses sin actividades y varios de ellos que habían mostrado gran talento para la música ya no vinieron. No entendemos qué están haciendo o por qué están tardando tanto”, dijo una madre de familia entrevistada que también prefirió el anonimato.

“Nosotros vamos a luchar por nuestro centro cultural y que sepan que vamos a estar haciendo mucho ruido”, dijo Juan Manuel Ruíz. “Estamos seguros que cualquier política sin contemplar a los vecinos irá en declive. No vamos a abandonar nuestro centro, tenemos muchos años trabajando por este proyecto y dejarlo sin atención es un desperdicio de trabajo y gestiones”.

Sin respuesta

NTR intentó contactar múltiples veces con el actual coordinador de Centros Culturales del Municipio, Carlos Vargas también miembro de la banda de ska Cirko Kandela, pero sin respuesta. A cambio personal de Comunicación Social presentó una tabla con las actividades planeadas hasta el final de verano donde vienen horarios de los talleres que imparten sin paga desde marzo los instructores, y un taller que tomaron en el Museo de la Ciudad funcionarios de la gestión cultural.

A principios de agosto el personal anunció que ya se eligieron los directores de dos centros culturales, el de La Ferro, Efraín Sebastián Silva Cruz, y el de San Andrés, en donde quedó encargado José de Jesús Sánchez González, egresado del Cedart José Clemente Orozco y especializado en Teatro. Los miembros de la asociación civil en San Andrés niegan que haya habido cualquier tipo de contacto.

Este medio también buscó en varias ocasiones a Sánchez González sin obtener respuesta de su parte.

NO HAY EXCUSA: DIOSDADO

En entrevista Alan Diosdado, anterior coordinador de este centro cultural, calificó como un error que la administración municipal actual no tome en cuenta a los vecinos para coordinar sus actividades en San Andrés.

“Este fue uno de los casos de éxito más notorios en cuanto al proyecto que se planteó en los centros culturales, un espacio que la comunidad tomó como suyo y del que ahora se sienten excluidos. La función pública por sí sola no puede hacerse cargo de las necesidades culturales de todo un barrio y esto es algo que tienen que entender”.

Sobre si la falta de presupuesto es un elemento crucial para dejar de realizar las múltiples actividades que coordinaba el centro con la comunidad, el gestor cultural dijo que no, el caso de San Andrés es ejemplar, según su parecer. O era. Fue el sujeto de estudio de ponencias que dio en Uruguay y en el Encuentro Nacional de Gestión Cultural realizado en Mérida el año pasado.

En el centro muchas actividades que comenzaron como capacitaciones y se convirtieron en actividades constantes para toda la comunidad y que ya no se realizan.

PRESUPUESTO DE 2019

Según información otorgada por el ayuntamiento, este año el presupuesto con el que operan los centros culturales es de 800 mil pesos, es decir 100 mil pesos por centro para todo el año.

Adarel Armendáriz, coordinadora anterior de los Centros Culturales, señaló que este es un presupuesto bajo que “se te va sólo en los talleres”.

Sólo en 2015, en un ejercicio que duró de octubre a diciembre, la coordinación ejerció un presupuesto de poco más de 508 mil pesos.

En 2016 fue de un millón 850 mil pesos y en 2017 de más de 2 millones. En 2018, por un periodo de febrero a septiembre, se ejercieron poco más de un millón 300 mil pesos. Alejandra Carrillo

CIFRAS

400 niños y niñas asistían a los talleres hasta el año pasado

11 mil personas es el alcance calculado en la zona San Andrés y colonias aledañas

JJ/I