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Aferrada

Mariana Arceo Gutiérrez viajaba los fines de semana al rancho familiar, amaba los caballos. Un día insistió y se montó a uno a pelo. Era una niña de unos 7 años. Su padre le insistió a espera a que tuviera una silla, pero ella dijo “yo puedo así”. Apenas se acomodaba en el caballo cuando tronó el cielo lo que provocó que el animal sin escuela se desbocara en intenso galope por un largo tramo en descenso a campo traviesa en el cerro.

Su familia corrió tras el caballo y después de una hora con el corazón agitado y esperando el peor desenlace, la encontraron en casa, aún agarrada con fuerza al equino, llorando sí, pero sin daño. Desde ahí  la familia supo que la menor de los Arceo Gutiérrez era tenaz, fuerte y con la fuerza de voluntad, fortaleza y resistencia que seguro en ese momento no lo sabía, pero sería necesaria y vital para triunfar en el deporte en un país donde el atleta debe tener estas cualidades extras al biotipo y preparación física para llegar a lo más alto del podio.

Tal y como la anécdota, así fue su carrera para llegar a sus metas deportivas: un descenso desbocado de Mariana Arceo hasta poner su bandera en la cúspide de su Everest personal al triunfar en el pentatlón moderno internacional. Después de batallar en su etapa juvenil por apoyos, por un espacio en el equipo mexicano, por grilla extradeportiva que buscaba dejarla fuera del alto rendimiento, se aferró a su deseo y por ello quizá el día de la competencia en los Juegos Panamericanos de Lima la familia no se sorprendió de sus logros como la primera mujer mexicana campeona.

“Ellos (su familia) saben que las  medallas se las he dedicado completamente, sin su apoyo, disciplina, constancia, impulso no lo lograría, hay un equipo de trabajo con muchos entrenadores que estuvieron presentes, en mis momentos críticos estuvo Francisco Gallardo y ahora se dio la oportunidad de regresar con Sergio Escalante y no olvido de dónde vengo y de las personas que me han apoyado en toda mi carrera”, dijo la deportista en casa al regresar de su primer meta histórica: el oro en los Juegos Panamericanos de Lima.

Ayer con ese temple que la caracteriza y con la calidad mundialista que ratificó en Hungría hizo de nuevo historia como la primera mujer mexicana ganadora de oro en el Mundial Senior Budapest 2019.

@PatyPenia

JJ/I