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Jueces nuevos renunciando
Porque nos la quitaron
Este 2019 será recordado como un mal año entre los actores del libro en México, sobre todo en los ámbitos científico, universitario y de la edición independiente. La reducción del presupuesto al Conacyt y la consecuente disminución de hasta 50 por ciento en el presupuesto de centros de investigación y de universidades ha afectado fuerte a la industria editorial, debido a que gran parte de los profesionales de la edición que corrigen, diagraman, ilustran, diseñan, editan e imprimen ahora no pueden hacerlo porque no hay dinero para nuevas publicaciones.
Asimismo, la mayoría de los centros de investigación y universidades cuentan con equipos editoriales reducidos y la mayor parte de los trabajos editoriales suelen turnarse a prestadores de servicios externos, ya sean sociedades anónimas o personas físicas. Estos profesionales tienen otros menesteres en el mismo ramo y casi siempre forman parte o dirigen alguna editorial pequeña, de las llamadas independientes, o colaboran como profesionales autónomos en otros emprendimientos editoriales comerciales. Muchos de ellos ahora ya no tienen los mismos ingresos.
Por otro lado, las ferias del libro han sido malas, como el caso del Gran Remate (ex del Auditorio Nacional), pues algunas editoriales no sólo reportaron que las ventas cayeron debido al cambio de sede y fecha, otras más sufrieron pérdidas, pues no recuperaron nada de lo invertido. Aún faltan otras ferias de libros importantes, como la del Zócalo, Monterrey y Oaxaca, pero el barómetro de la actividad editorial del país lo tendremos en la FIL de Guadalajara que, ya se dice, será una fiesta muy distinta a las anteriores, pues muchos editores verán reducidos los metros de exhibición de sus stands y otros simplemente no estarán porque no tuvieron para pagar.
El FCE llegará a la FIL de Guadalajara con un montón de cuadernitos de novedades de ocho y doce pesos –la entrada a la Expo cuesta veinticinco– y de espaldas a la comunidad editorial mexicana, pues me atrevo a decir que los independientes no ven a un aliado en Francisco Ignacio Taibo Mahojo –quien se ha erigido como mandamás de la política editorial oficial– sino a alguien que ni siquiera los ha volteado a ver.
Por esto, y por lo que surja hasta diciembre, 2019 será un año terrible para el mundo del libro en México.
@LibracoFP
JJ/I