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El sudor de Alfaro

La efímera visita del presidente a Jalisco logró cimbrar por lo que dijo, por lo que omitió y por lo que se le resbaló. Pero también dejó un inesperado protagonista: la transpiración del gobernador.

Desde luego que no es importante la exudación de Enrique Alfaro. Es acaso una anécdota en una mañana fresca.

Una de las premisas fundamentales de la comunicación es que el periodista no debe ser la noticia. Somos el medio. Pero en una etapa tan polarizada como la que vive México, esto en ocasiones es inevitable.

En aquella mañanera se abrió la etapa de preguntas y respuestas con los tres acreditados locales (la prensa de la fuente presidencial participó más tarde).

Abrió Rubí Bobadilla de El Informador con sendas preguntas cuanto más pertinentes: el inicio de la operación de la Línea 3 (L3) del Tren Ligero (el gobernador y el presidente anunciaron que será en septiembre) y sobre el Centro de Identificación Forense (sólo dijeron que el proyecto va avanzando).

Luego vino el momento más polémico. Juncal Solano, representando a lo que ella llamó “las benditas redes sociales”, dirigió sus dos cuestionamientos a Alfaro. La youtuber lo cuestionó por la deuda pública contratada. Él contestó que el planteamiento estaba lleno de “imprecisiones” (porque no se puede contraer deuda sin el aval del congreso estatal).

Luego interrogó a Alfaro Ramírez sobre los “sótanos del poder” y que desde la CDMX orquestaron las manifestaciones por la muerte de Giovanni López. El gobernador dijo que llevaba una carpeta para informar al presidente sobre tales dichos, pero sólo se la iba a entregar a él y no era para “alimentar” el debate público.

Aquí se presentaron dos símbolos que se volvieron tendencia en Twitter. Primero, una imagen en la que se observa a Rubí mirando a Juncal durante su alocución. En verdad nada extraordinario, sólo una mirada concentrada.

@SadimLopez, un usuario de Twitter, afirmó: “Y la Rubí viendo con odio cómo Juncal Solano barre el piso con su jefecito Enrique Alfaro”. Este es un ejemplo de los cientos de barbaridades llenas de ignorancia, estupidez y hasta misoginia que circularon en las redes sociales. En general, las hordas de usuarios que interactuaron con comentarios peyorativos son personas con afinidad a López Obrador o simplemente bots morenistas.

El otro momento fue el #SudoComoAlfaro. Lo más curioso es que durante las dos respuestas del gobernador a las preguntas de Solano no hizo ninguna señal de limpiarse el sudor de la frente. Esa situación fue muy notoria cuando Alfaro leyó el discurso, antes de la etapa de preguntas y respuestas. Entonces, se deduce, que el discurso y no las preguntas de la representante de Charro Político fue lo que lo hicieron transpirar (ese portal suele apoyar al presidente de México de manera abierta y es mordaz en sus opiniones contra rivales políticos de Morena).

Luego vinieron las tres preguntas de Lauro Rodríguez, de NTR, al presidente. En la primera se comprometió con que Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República, presente un informe de las investigaciones por las desapariciones forzadas hechas por parte de policías estatales contra manifestantes el 5 de junio pasado.

AMLO también justificó que los gobiernos estatales contraten deuda para enfrentar la pandemia (en una clara contradicción con un discurso hecho por el propio presidente el 27 de mayo). Finalmente, López Obrador le respondió a Lauro que efectivamente le preguntarán a Emilio Lozoya sobre la turbia construcción de la L3.

Y la del estribo: Twitter es el escenario de una pelea de perros donde la inteligencia y la argumentación brillan por su ausencia.

@cabanillas75