INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

'¡Vivan las mujeres desaparecidas y las madres que las buscan!'

(Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La noche del 15 de septiembre, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez se jactó de hacer un grito equitativo, héroes y heroínas por igual. Este miércoles, colectivas feministas mostraron que se tiene que ir más allá.

El Estado debe garantizar la seguridad de las mujeres y castigar a quienes cometen ilícitos contra ellas. Como muestra pusieron el caso Vallarta. Un funcionario es encontrado con una niña de 10 años desnuda; el castigo, 13 mil pesos para “reparar el daño”. Eso no es justicia, reclamaron.

Otros casos mostrados en lo que denominaron “antigrita” fueron las miles de mujeres que salieron a casa un nunca regresaron, ya fuera porque las desaparecieron o porque las asesinaron. Si se busca equidad, por ahí debe empezar la autoridad, garantizar que pueden salir a la calle sin preocuparse de la violencia machista y feminicida.

“No dolemos día a día por la ausencia de más de 60 mil personas desaparecidas y por nuestras hermanas, madres y compañeras asesinadas o violadas o encarceladas injustamente. Por cada una de las violencias ejercidas en nuestro cuerpo e identidades. Por la brutalidad y los abusos de la policía y Guardia Nacional por el derecho a exigir justicia”, expresaron.

En punto de las 12 del día comenzó la concentración en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Poco a poco el contingente creció hasta contarse por cientos. Muchos hombres las rodeaban, eran espectadores, muchos en apoyo, otros servían de ejemplo para justificar las acciones de las feministas, se burlaban del movimiento.

Cantaron un himno, varias estrofas más, lanzaron consignas y, sí, realizaron pintas. El gobierno del estado envió a las guardianas de las esculturas a resguardar los monumentos. No provocaron otra cosa que molestar aún más a las colectivas quienes reclamaron el que las policías cuidaran más a una estatua que a ellas.

“Hicimos un llamado a salir a las calles este 16 de septiembre porque la violencia de los cuerpos policiales el 4, 5 y 6 de junio en Guadalajara, a partir de las acciones contra el asesinato de Giovanni López, no han dejado de replicarse hasta la fecha como patrones de persecución y represión en todo el país. El 5 de septiembre en Ciudad Juárez, manifestantes feministas eran cruelmente golpeadas y detenidas, porque las instituciones fallidas como la CNDH que, supuestamente tendría que proteger los derechos humanos, no deja de criminalizar las acciones de denuncia y protesta”, señalaron.

Reclamaron que mientras haya feminicidios no hay independencia, por lo tanto, no hay nada que festejar, pero sí mucho que exigir.

Durante la protesta, Juan José Arreola, literato zapotlense, quien por cierto tiene a cuestas denuncias públicas por acoso y abuso sexual, fue cubierto con una bolsa negra. Sobre ella, la fotografía de Daniela Vargas, una de las miles de mujeres que ya no están.

Esta escena fue replicada en todas las estatuas, el mensaje fue claro, exigen que la autoridad las cuide como cuida a los monumentos que ayer, fueron pintados e intervenidos por las feministas.

jl