En 2024, el gobierno de Jalisco, en ese entonces encabezado por Enrique Alfaro Ramírez, dio continuidad a la renovación del Museo Trompo Mágico, renombrado como Jalisco Paseo Interactivo (Japi). El proyecto arrancó a fines de 2022, pero durante ese año y en los anteriores en que se desarrolló la obra se fraccionó en al menos 58 contratos para evadir el proceso de licitación obligatoria, según documentó NTR Guadalajara en abril de año pasado.

Esa práctica fue la regla y no la excepción en el gobierno de Jalisco durante el año pasado, según documentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2025, difundido la semana pasada. Según sus datos, el 72.61 por ciento de las contrataciones de obras, bienes o servicios no pasó por un proceso de licitación.

La Ley de Obra Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios especifica en su artículo 43, numeral 2, fracción tercera –es sobre procesos de contratación y modalidades– que si una contratación es igual o mayor a 100 mil veces el valor diario de la unidad de medida y actualización (UMA), obligadamente deberá realizarse una licitación pública.

En 2024, el valor diario de la UMA fue de 108.57 pesos, por lo que los contratos de 10.86 mdp o más tendrían que pasar por una licitación pública de manera obligatoria.

El mismo artículo, pero en la fracción segunda, de su numeral 2, explica que un concurso simplificado sumario (invitación a cuando menos tres proveedores) se puede hacer en procesos que no rebasen las 100 mil veces el valor diario de la UMA y en Jalisco ese fue el método favorito.

Para poderlo implementar, principalmente en obra pública, se fraccionaron obras en “etapas” y “frentes”. Por ejemplo, en el caso de Japi sólo los tres primeros frentes de la tercera etapa tuvieron un valor total de 24.43 mdp, por lo que si dicha fase no se hubiera fraccionado tendría que haberse concursado vía licitación pública obligatoria, pero al dividir la obra en contratos menores de 10.86 mdp se pudo generar un proceso de contratación mediante invitación.

El Inegi reveló que en el 34.58 por ciento del total de contratos por bienes, obras y servicios se usó esa modalidad, pero con mayor recurrencia en obra pública.

NTR preguntó al gobierno de Jalisco, a través de su área de atención a medios, sobre la justificación para preferir un concurso simplificado sumario a una licitación pública, pero al cierre de edición no se proporcionó una postura oficial. Tampoco se resolvió si esta dinámica persiste en 2025.

Jalisco hizo 3 mil 542 procesos de contratación

La semana pasada el Inegi publicó el Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2025 con datos de 2024, documento que muestra que el gobierno de Jalisco dio cuenta de 3 mil 542 contrataciones durante el año pasado.

De estas, mil 225, es decir, el 34.58 por ciento, las hizo por invitación a cuando menos tres personas o invitación restringida; 766, o 21.63 por ciento, por adjudicación directa; 581, o 16.40 por ciento, por otra modalidad no especificada, y 970, o 27.39 por ciento, por licitación pública, lo que refleja que el 72.61 por ciento fue por métodos distintos a la licitación pública.

En obra pública los indicadores fueron distintos. Del total de procesos de contratación, mil 135 estuvieron relacionados a este sector, es decir, uno de cada tres, y 688 de esa cantidad, o el 60 por ciento, se realizó por invitación. Otros 281, o el 24.76 por ciento, fueron por adjudicación directa, y 166, o el 14.63 por ciento, por licitación pública. Lauro Rodríguez 

Sin postura

Este medio consultó al gobierno de Jalisco ante los datos del Inegi sobre las contrataciones hechas en 2024, pero al cierre de esta edición no se proporcionó una postura oficial.

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