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Protección para ellas, insuficiente

Protección para ellas, insuficiente

En Jalisco y México se falla en proteger a las mujeres por una diversidad de factores, pero entre ellos están la violencia multifactorial, falta de coordinación entre las autoridades y limitantes del marco jurídico, según investigadoras del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). 

En el número 11 de la revista Análisis Plural, que lleva por nombre “Los derechos humanos en disputa” y que fue presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, las investigadoras del Iteso Concepción Sánchez Domínguez Guilarte y Mariana Espeleta Olivera publicaron el documento El derecho de las mujeres a una vida libre de violencia: obstáculos normativos y desafíos del modelo de atención.

En este describen cómo la creación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en 2007 y su ley homologada a nivel local no han sido suficientes para proteger a las mujeres, dado que la violencia hacia ellas se intensificó de diversidad de fuentes que no están incluidas en la ley, a lo que se le suma un desorden estructural en las instituciones.

“Los datos nos muestran que la violencia no sólo no ha disminuido, sino que ha ido complejizándose cada vez más. En este sentido, desde diversas unidades de primera atención a mujeres coinciden en que las dinámicas de violencia en la actualidad están atravesadas por otros factores, como el narcotráfico, la presencia de armas de fuego o el abuso de sustancias, aspectos que no fueron considerados en el diseño de los modelos de atención”, describe el documento.

En cuanto a temas estructurales, lamentaron que no hay reglas claras para que las autoridades sepan cómo coordinarse, lo que impide que haya un trabajo interinstitucional como debería, pues depende de “la buena voluntad” de las dependencias de los tres niveles de gobierno.

“Se presupone para su funcionamiento un alto nivel de coordinación, comunicación y acción concertada que en la realidad no existe. El sistema depende de la buena voluntad de las instituciones implicadas, sin que ninguna de ellas tenga mando y conducción reales, sino obligaciones fragmentadas y en ocasiones poco claras, enunciadas con verbos ambiguos como ‘fomentará’, ‘promoverá’, ‘facilitará’, etc.”.

Lo anterior se intensifica al sumarse la falta de personal y de estabilidad laboral, ya que los sueldos no son competitivos más que para las y los directivos y los contratos suelen ser temporales. Las investigadoras también notaron falta de capacitación del personal, pero también hay quien sí tiene hasta diplomados en la materia, pero, lamentaron, no se reflejan en su trabajo.

jl/I

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