Fracasan módulos móviles de policía

Los delincuentes parecen no intimidarse ante la presencia de los módulos itinerantes de la comisaría de Guadalajara, los cuales deben están destinados para mantener una comunicación constante con los ciudadanos y apoyar en las labores de vigilancia para mejorar el tiempo de respuesta por parte de la autoridad.

Para mejorar los tiempos de respuesta por parte de la autoridad, las unidades han sido colocadas en puntos estratégicos considerados vulnerables o con una gran afluencia de personas. Se pueden encontrar dentro del Centro Histórico de Guadalajara y zonas aledañas como las colonias Americana, Moderna, Villaseñor y Rincón de El Agua Azul.

No obstante, la violencia, muy por el contrario de disminuir, se ha intensificado en varios de estos lugares, donde incluso las denuncias por actos delictivos se han ido al doble. Ante la situación, vecinos y trabajadores cercanos a estas estaciones aseguran que son sólo un adorno que pocas veces operan de manera óptima.

¿Qué son?

Según indicó la comisaría de Guadalajara, los módulos son una estrategia de vigilancia donde el personal asignado realiza supervisiones mixtas, es decir, permanecer por un momento en el lugar y posteriormente hacer recorridos a pie en los entornos donde se encuentra instalados y detectar la presencia de presuntos delincuentes.

De acuerdo con la información solicitada a través de la Dirección de Transparencia, el gobierno de Guadalajara señaló que por ahora se mantienen nueve módulos activos, junto con otros tres retirados por mantenimiento, los cuales se localizan en puntos específicos para combatir la inseguridad de la zona.

Actualmente estos sitios son custodiados por elementos de la Unidad de Guardia Municipal (UGM), un cuerpo complementario de la Policía de Guadalajara.

“Nosotros estamos en los lugares donde la Policía no puede estar fijo; sin embargo, nos van rolando. Damos atención a las personas, cosas que a veces los policías al paso no pueden hacer, es una atención más porque incluso nos han tenido más confianza la gente a nosotros”, señaló un elemento de la UGM, quien prefirió el anonimato.

El objetivo, como ya se había señalado, es vigilar, mantener contacto y reportar situaciones que requieran de la autoridad. De igual manera también apoyar a personas lesionadas u enfermas, junto con la detención de presuntos criminales, mas no su retención.

Asimismo, se dijo que los horarios de funcionamiento están determinados por cada comandante de los polígonos, conforme a las necesidades del servicio que se requiera, el cual varía entre las 10 T las 19 horas.

¿Se sienten más seguros?

A pesar de la función de salvaguardar y auxiliar a los tapatíos, estos módulos itinerantes no han cumplido su objetivo, lo que ha ocasionado conflictos sobre los lugares donde se encuentran.

El ejemplo más claro se observa al interior de la colonia Santa Teresita, entre las calles Andrés Terán e Ignacio Herrera y Cairo, donde la unidad ha funcionado más como una escalera para los delincuentes, quienes la utilizan como escondite para vigilar a sus posibles víctimas

“Aquí se pone peligroso durante la noche. Los vándalos agarran el módulo como escalera y se trepan allá arriba para ver a escondidas los departamentos de enfrente. También para andan checando los negocios y la gente que pasa”, declaró Edgar Mendoza, vendedor de alimentos.

Esta unidad fue instalada durante diciembre de 2016, en un inicio sobre Manuel Acuña, pero al poco tiempo, tras la renovación de las vialidades, fue trasladado a su ubicación actual. Vecinos y locatarios de la zona desean que esta unidad sea retirada debido a que, según indicaron, estorba más de lo que ayuda, incluso para el tránsito vehicular, pues se encuentra prácticamente sobre la calle.

“Es ilógico que lo pusieran en este punto, aparte de que está todo maltratado y rayado por los rateros, estorba el paso de los carros. Lo debieron poner en la esquina de la banqueta, ahí hay mucho espacio y estaría visible para los demás”, afirmó una lugareña, quien prefirió reservar su nombre por seguridad

A pesar de haber sido víctima de la inseguridad en más de una ocasión, Enrique Marchad, vecino de la colonia Moderna, señala que para él estos módulos le son indiferentes.

“Una vez, con una navaja, me robaron unos audífonos a unas calles de donde está uno esos puestos, por el Templo del Expiatorio (…) La verdad mejor me fui de ahí, ni pedí ayuda, no creo que pudieran hacer mucho más que pedir refuerzos y hacerme un montón de preguntas que no servirían para agarrarlos. Hay uno por mi casa y nunca veo que alguien se les acerque”.

Por su parte, mercaderes señalan que la unidad instalada en la Plaza Tapatía, la cual fue restaurada meses atrás, “sólo abre cada 10 ó 15 días”, para nuevamente quedar en el olvido por otro largo periodo de tiempo.

Los vendedores recordaron que hace un año, durante agosto de 2017, fue atracada una sucursal bancaria de Banamex, luego de que varios hombres armados rompieran uno de los cristales para ingresar al banco y amagaran a las personas dentro del mismo. Frente a la sucursal se encontraba uno de módulos, a escasos 15 metros de distancia, pero permanecía cerrado, como en el momento en el que fue visitado.

Sin freno

Desde hace ocho años que los módulos itinerantes comenzaron a aparecer en la ciudad. Algunos han sido retirados, clausurados por reparación o cambiados estratégicamente de dirección para un funcionamiento más óptimo.

No obstante, a pesar de las estrategias y operativos de la comisaría de Guadalajara, se mantienen al alza las denuncias de violencia y delitos en las cinco colonias donde se encuentran las unidades. Esto sin importar la introducción de la Unidad de Guardia Municipal desde febrero de 2017, la cual funcionaría como un modelo de seguridad inédito de proximidad con la población.

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FRASE

“Nosotros estamos en los lugares donde la Policía no puede estar fijo; sin embargo, nos van rolando. Damos atención a las personas, cosas que a veces los policías al paso no pueden hacer”
Elemento de la Unidad de Guardia Municipal

Centro Histórico

Debido al gran tránsito de personas y turistas se optó por instalar en esta zona cuatro módulos itinerantes que se localizan en el Parque Morelos, a las afueras del Mercado San Juan de Dios, la Plaza de los Mariachis y en el Paseo Joyeros de la Plaza Tapatía.

Incremento. En la zona, los delitos se han incrementado hasta 36.8 por ciento.
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A pesar de la situación, de 2016 a 2017 las denuncias por actos delictivos se han incrementado en 36.8 por ciento, de acuerdo con las cifras preliminares de delitos provenientes de las averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas en las agencias del Ministerio Público. Dentro de las mismas sobresalieron 242 robos a personas, 151 lesiones dolosas y 143 atracos a negocios durante el año pasado.

En lo que va de 2018, hasta el último día de junio se han realizado 472 reportes criminales frente a la Fiscalía General del Estado, 142 más de los registrados durante las mismas fechas del año pasado.

Americana

Una de las unidades con mayor actividad durante el día se encuentra sobre el Paseo Chapultepec Sur, entre López Cotilla y avenida Ignacio L. Vallarta; cubre un horario de 7 a 22 horas. También cuenta con el mayor número de personal, con cerca de 10 elementos UGM al día, divididos en dos turnos.

Presencia. Uno de los módulos está en Chapultepec y López Cotilla.
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Otra estación más permanece en la explanada del Expiatorio, a un costado de la avenida Enrique Díaz de León.

Ambos lugares son puntos bastantes visitados por los tapatíos, especialmente durante el fin de semana, lo que promueve una vigilancia y patrullaje constante por parte de las autoridades. No obstante, de 2016 a 2017 las denuncias se incrementaron más del doble, pasando de 155 reportes a 375.

El año que se ha destacado por el mayor número de incidentes delictivos es 2013, con 432 denuncias. Durante los primeros seis meses de este 2018 se registraron 223.

Moderna y Rincón de la Agua Azul

La situación en esta zona es similar a las dos anteriores, los crímenes se rigen por el robo de vehículos particulares, asaltos a transeúntes y negocios, junto con lesiones y homicidios dolosos.

Uno de los años con mayor número de incidencias en la Moderna fue 2013, con 201, para después despegar nuevamente en 2017, con 215.

Algo para destacar entre los habitantes de esta colonia es que desconocen que exista un módulo itinerante de seguridad, el cual está oculto a la vista sobre avenida Circunvalación Agustín Yáñez y Federalismo Sur.

Por otra parte, la unidad colocada en Rincón de la Agua Azul se mantiene visible en la Plaza Juárez, entre calzada del Campesino y avenida 16 de Septiembre, frente a la Clínica 1 del IMSS.

Esta colonia es la que cuenta con el menor número de denuncias; 2017 es año con mayor número de incidentes delictivos, con 10 denuncias.

El mayor problema con el cual deben lidiar los elementos que se encargan de ese módulo es mantener el orden entre los vagabundos y migrantes que llegan a dormir al interior de la plaza.

Santa Teresita

El tradicional barrio de Santa Tere es reconocido por su mercado, la iglesia y demás antojitos para degustar; pero también destaca por su alto índice de robos, no sólo a negocios y personas, sino también a sucursales bancarias.

Uso. Vecinos aseguran que delincuentes utilizan este punto para delinquir.
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Como ejemplo está el atraco realizado el 7 de mayo, cuando tres sujetos ingresaron al Banco del Bajío de la calle Juan Álvarez, a tres cuadras de Herrera y Cairo, en donde se ubica el módulo de seguridad. El monto hurtado fue de 30 mil pesos en efectivo, pero la Policía de Guadalajara logró detener a dos de los asaltantes.

El narcomenudeo es otro problema, pues en febrero la fiscalía hizo un operativo para catear una finca en la cual se vendía droga y se realizaban apuestas ilegales.

JJ/I