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Lactancia, promovida por menos de 40% de las madres

BENEFICIO. La lactancia fortalece los vínculos entre madre e hijo. (Foto: Grisel Pajarito)

Menos de 40 por ciento de las madres a nivel mundial sigue la práctica de amamantar a sus hijos, según el médico pediatra y creador de E-lactancia, José María Patricio Talayero, quien dictó ayer la conferencia Perspectivas históricas y antropológicas de la duración de la lactancia y aspectos históricos de la alimentación del seno materno y los riesgos de no amamantar.

La conferencia tuvo lugar en el auditorio doctor Mendiola Orta del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), como parte de la edición 30 del Congreso Nacional de La Liga de la Leche México 2018, El arte y la ciencia de amamantar, evento al que acudieron madres de familia y estudiantes.

Como parte de la actividad, Patricio Talayero hizo referencia a esta práctica como algo antiguo y mencionó que, hasta 1900, todos los niños eran alimentados con leche materna; sin embargo, en el siglo 20 se comenzó a experimentar con otras formas de alimentación.

“Esto (provocó) una pérdida de cultura; desde que entró la sociedad industrial, en los siglos 19 y 20, se modificó esta práctica, pues comenzaron las fórmulas que aseguraban tener los mismos nutrientes que la leche de mujer, pero que, a lo largo del tiempo, traen consecuencias a los menores. Otra opción fue dar leche de vaca a los niños”, comentó.

El especialista también recordó las épocas de las nodrizas, tiempo en la que las personas comenzaron a darse cuenta de que si los niños que no eran amamantados, morían fácilmente.

“Hay una serie de prácticas erróneas y una presión comercial que han orillado a las madres a dejar esta práctica, pues también se crean ideas de riesgo”, añadió.

Finalmente, el conferencista mencionó que algunas de las consecuencias que se pueden presentar ante la falta de esta práctica son: aumento de la mortalidad infantil, la no formación del vínculo madre-hijo, mayor riesgo de enfermedades crónicas, problemas en la salud de la madre, mayores costes económicos, entre otras.

Hace más de un siglo

A principios del siglo 20 se comenzó a experimentar con otras formas de alimentación para los bebés.

“Hay una serie de prácticas erróneas y una presión comercial que han orillado a las madres a dejar esta práctica, pues también se crean ideas de riesgo”
José María Patricio Talayero, médico pediatra

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