Violencia, una vez más

Mucho se ha hablado en los días recientes sobre los incidentes violentos ocurridos el domingo pasado en Monterrey, Nuevo León previo al Clásico Regio entre Tigres y Rayados.

Las imágenes que circularon en redes en el que aproximadamente más de diez jóvenes integrantes de un grupo de animación del Monterrey agrede a otro que yace indefenso en el asfalto, sin duda son brutales y salvajes.

Pero aparte de lo preocupante que es el hecho, lo es más la forma en que las partes responsables de ejecutar sanciones se lavaban las manos.

Para empezar, horas después de lo acontecido, ambos clubes, Tigres y Monterrey emitieron dos comunicados en los que condenan indignados lo sucedido, y exhortan a las autoridades de Nuevo León a investigar y aplicar la ley a quienes resulten responsables de la golpiza que recibió el aficionado de Tigres.

La Liga MX también publicó en su página oficial un mensaje similar.

Para los directivos en sí, el saldo fue blanco porque adentro del recinto donde se llevó a cabo el partido y en sus alrededores más cercanos todo transcurrió en paz.

Seguramente, el Gobierno de Nuevo León al percatarse de tal omisión de la Liga los convocó para que juntos se resuelva el problema.

El martes se reunieron en Monterrey los dirigentes de Rayados y Tigres con el Secretario de Gobierno de Nuevo León en el que acordaron tomar medidas, y aun cuando es para tomarse en cuenta el que actúen en conjunto para erradicar la violencia, las propuestas no son nuevas, y lo cierto es que la violencia va en aumento porque en realidad los clubes nunca se han atrevido a terminar en definitiva con ese tipo de porras, porque en su defensa afirman que adentro de un estadio, si bien es cierto se han presentado conatos de bronca, nunca según ellos ha habido heridos de gravedad.

Resulta simpático que uno de los puntos es que se pide a los medios de comunicación moderar su lenguaje para no incitar a la violencia, cuando el técnico de Tigres, Ricardo Ferretti no colabora son su opinión al referirse a los agresores: “Que lo metan al cementerio y no en la cárcel”. No es la primera vez que Tuca se equivoca en su respuesta, y hay que recordar que el año pasado cuando enfureció contra la afición de Veracruz por golpear a seguidores regios, y les advirtió: “Van a ver cuando ustedes vayan allá (al universitario)”.

El buen juez por su casa empieza.

Opinión de: @ofares72

JJ/I