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El ecommerce y el USCMA

Una de las novedades más importantes en el nuevo TLCAN, ahora llamado USCMA (por sus siglas en inglés), se refiere al capítulo de comercio electrónico, el cual dejaría libres de aranceles las importaciones cuyo costo ascienda hasta los 50 dólares estadounidenses. Habrá que esperar para ver si esta medida favorece o perjudica el avance de esta actividad en México, la cual ha crecido más lentamente que en otros países de Latinoamérica.

A nivel mundial, apenas en este siglo comenzamos a ver la transformación de los hábitos de compra gracias a la expansión del Internet. No sólo se trata de una evolución del comercio, sino que muchos ámbitos tuvieron que modernizarse para que el también llamado ecommerce sea lo que es hoy, como la digitalización de la banca y los servicios financieros al igual que el sector del transporte y los servicios de telecomunicaciones.

En México, grandes cadenas extranjeras de retail electrónico han mostrado su potencia, con Amazon y Mercado Libre a la cabeza, seguido por jugadores locales como Linio y Kichink. También las mismas empresas tradicionales de comercio han apostado por el crecimiento del ecommerce, como Walmart o Liverpool.

No obstante, desde hace algunos años preocupa lo que implicaría un avance del eretail en menoscabo de las tiendas físicas, que tendrían que recortar al personal encargado de operarlas. Es decir, dependientes, cajeros, personal de vigilancia, limpieza y administrativo, sólo considerando los empleos directos que están amenazados.

El año pasado, en EU se encendió la alarma por el cierre de centros comerciales. La explicación hasta el momento es que el ecommerce no sólo ha desbancado a las grandes cadenas departamentales o las megatiendas de autoservicio, sino también que poco a poco ha ido engullendo a las pequeñas boutiques especializadas en diferentes tipos de mercancía.

Además, como efecto dominó, una vez que una tienda ancla dentro de un centro comercial cierra sus puertas, la afluencia cae afectando al resto del ecosistema de la plaza.

Existe otro factor, aunque todavía no se han visto los cambios en la asistencia en salas de cine, la sospecha sigue viva en la medida en que las experiencias de entretenimiento en casa se vuelven cada vez más completas y envolventes. En la batalla por captar la atención de los consumidores, la opción más barata y cómoda lleva las de ganar.

Actualmente, ir de paseo al centro comercial representa una opción de compras y entretenimiento para muchos mexicanos. No sé si alguna vez se podría extrañar esta nueva tradición con nostalgia, pero lo cierto es que, si resulta afectada por el infinito virtual mall que representan los servicios de comercio electrónico, habrá consecuencias para la economía.

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JJ/I