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Guadalajara abre sus puertas a la danza contemporánea

(Foto: Cortesía)

En busca de presentar un catálogo lo mejor integrado posible, la edición 21 del Festival Internacional de Danza Contemporánea Onésimo González, que se llevará a cabo del 6 al 18 de octubre, tendrá presentaciones artísticas de ocho agrupaciones locales, tres compañías nacionales y tres internacionales, además de un programa académico. La organización corre a cargo de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) en conjunto con otras instancias gubernamentales y la familia del fallecido bailarín mexicano.

Como Onésimo hubiera querido, de nueva cuenta Guadalajara le abrirá sus puertas a las nuevas expresiones de la danza contemporánea y sus varios formatos de evolución escénica, que en México cada vez alcanzan una voz más compleja, aunque no por eso mejor escuchada.

Varias sedes serán parte de este encuentro internacional que le hace homenaje a uno de los bailarines más prominentes del país y al precursor de la danza contemporánea, particularmente aquí en nuestra ciudad.

Cada compañía representa por una parte los temas que les inquietan –la conexión del humano con su entorno, las relaciones interpersonales y el lugar que ocupa el cuerpo en ellas–, así como sus maneras de entender la danza en sí misma: el movimiento, las imágenes, lo simbólico y el lugar que ocupan en el escenario.

Entre las muchas propuestas que se presentarán en el Teatro Degollado, el Conjunto de Artes Escénicas, el Auditorio Agustín Flores Contreras en Puerto Vallarta y en algunas plazas públicas, también destacan las piezas hechas en Jalisco, casi siempre por bailarines que perpetúan a su manera las enseñanzas del maestro Onésimo, como las piezas de los coreógrafos Hiram Abif, Eva Luz Carrillo, Antonio González, Paloma Martínez y Tania Pérez Salas, que se han convertido ya en elementos clave del mosaico que es el festival.

Pero hay apertura también para las nuevas generaciones que están mirando la danza desde otras posturas, en este sentido la compañía Doca Danza Contemporánea, que tiene su sede en Guadalajara, presentará Prototipo de 5, un experimento escénico para hablar sobre el futuro y el presente que cuenta la historia de un mundo en el que la tecnología y la ciencia han modificado por completo la manera en la que los humanos se relacionan en una sociedad fragmentada.

Durante la presentación del programa de este año, Sonia González, viuda de Onésimo González, comentó que después de 21 años realizando el festival en la familia se sienten “muy orgullosos que el nombre del maestro sea conocido y que su labor aún se difunda, porque siempre cuidamos que el festival siga los cánones por los que él luchó”.

El programa de presentaciones artísticas se presentará la primera semana del 9 al 13 de octubre, después se va a Puerta Vallarta donde cierra el 18.

El programa académico, por otro lado, estará compuesto por una clase magistral a cargo de Noa Wertheim coreógrafa y directora proveniente de Israel. Una conferencia de Tania Pérez-Salas, directora de la compañía mexicana que lleva su nombre. Un taller de videodanza a cargo de Danza Net, plataforma que además transmite el festival a través de streaming. Y finalmente un par de presentaciones de libros sobre danza contemporánea.

IMPERDIBLES INTERNACIONALES

En código bolero

Como un homenaje tanto a México como a uno de sus rasgos identitarios más hermosos, la prestigiosa compañía mexicana A poc, A poc presentará esta pieza que se configura a través de un programa de radio de boleros como los de antes. La voz, el piano y la danza reinterpretando los tradicionales bailes que se desarrollan generalmente en plazas públicas le dan a esta obra su carácter moderno en contraste con la nostalgia

En código bolero: la dulce limerencia busca generar una reflexión en torno a la nostalgia de un espacio atemporal en el que conviven, presente, pasado y futuro, a través de las voces de Bola de Nieve, Lucho Gatica, Benny Moré, José Antonio Méndez o Toña La Negra. La obra quiere deconstruir las riquezas del género a través de sus cuatro códigos contenidos: el estético, interpretativo, musical y poético, desde una mirada atemporal donde todo es posible en el tiempo.

ASISTE: 6 de octubre, a las 20 horas, en el Teatro Degollado

Priyèr’ Sï Priyèr

De ida y vuelta hasta Francia, Priyèr’ Sï Priyèr, presentada por Konpani Soul City que viene al festival en colaboración con la Alianza Francesa en Guadalajara, habla sobre el caos y la belleza y sobre los rituales ancestrales interpretados y perpetuados a través de nuevos códigos. Lo sagrado, lo ritual, los mitos y el poder son cuestionados desde una postura compleja en donde el cuerpo es un instrumento de oración.

Al sacar su inspiración de los templos tamiles, los servicios kabare, o todavía de los círculos de las peleas de gallos, la directora de la compañía Konpani Soul City, Didier Boutiana y el músico electrónico Labelle componen una atmósfera mística y psíquica como para escuchar de nuevo, o de otra manera, lo misterioso y lo intuitivo en la humanidad.

ASISTE: 13 de octubre a las 20 horas en el Teatro Degollado y el 18 de octubre a las 20 horas en el Auditorio Agustín Flores Contreras, en Puerto Vallarta.

White noise

Israel estará representado en el Onésimo a través de la pieza White noise de la compañía Vértigo Dance. Realizada por Noa Wertheim, la coreografía, que ha sido alabada sobre todo por las texturas que logra en el movimiento, se hila a través de la belleza del cuerpo completamente rendido a la gravedad y su fuerza, el silencio y, al mismo tiempo, un sonido, como un zumbido, que se encuentra siempre dentro de nosotros. La premisa de la pieza tiene que ver con el símbolo de que la gravedad nos conecta con la tierra haciéndonos siempre parte de lo mismo.

ASISTE: 10 de octubre, a las 20:30 horas, en el Conjunto de Artes Escénicas

Disolver

Dirigida por el coreógrafo Shantí Vera, Disolver es una pieza sobre lo oculto. Sobre lo que falta y sobre mirar el cuerpo como un territorio de encuentro con el mundo, como un acontecimiento que se dirige hacia la nada, pero que también es capaz de perpetuarse a través de lo intangible: todo se disuelve menos la historia. Se trata de un proyecto de composición que desde el color, el espacio, lo sonoro, las texturas, los trazos, las líneas, las imágenes y los cuerpos, augura otras posibilidades de relación, implicación y conexión entre los cuerpos y el mundo.

ASISTE: 12 de octubre 20:30 horas en el Conjunto de Artes Escénicas

EL LEGADO DE ONÉSIMO

La carrera de Onésimo González, que pasó radical entre la danza folclórica a la contemporánea en su experimentación más atrevida se remonta a su infancia, cuando en el seno de una familia conservadora de Monterrey, el joven estudiante se da cuenta de su pasión, primero por el canto y luego por la danza y decide dejarlo todo y seguir su camino hacia una carrera que sería complicada pero en la que dejaría una huella para siempre.

Se inscribe en la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Nuevo León “y es allí donde el Maestro Daniel Andrade, director del grupo de danza moderna de la Institución lo descubre y lo invita a bailar, por su condición física muy atlética”, compartió Sonia, su viuda.

Onésimo acepta y encuentra su verdadera pasión: la danza en la vive todas sus manifestaciones profesionalmente durante 44 años y hasta su muerte en una trayectoria en la que todos recuerdan a un bailarín genial, que sabía improvisar, pero también a un maestro generoso, que sabía que cualquiera podía entrar en el mundo de la danza siempre y cuando hubiera pasión en su alma al respecto.

Paralelamente al bailarín y al coreógrafo, fue también según recuerda su familia un estudioso de la historia, del teatro, de la literatura, la música, las artes plásticas. Además de componer sus obras hizo también poemas, esculturas y grabados. Alejandra Carrillo

JJ/I