INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

El ‘affaire’ Conacyt

La mente de un especialista es esclava de su especialización
Mokokoma Mokhonoana

En días pasados se filtró vía redes sociales un documento fechado el 24 de septiembre dirigido al doctor Enrique Cabrero Mendosa, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), firmado por la doctora María Elena Álvarez-Buylla Roces, propuesta por Andrés Manuel López Obrador para dirigir dicho organismo, firmando como “integrante del equipo de transición del presidente electo 2018-2024”.

En dicha misiva, la doctora Álvarez-Buylla le pide al titular de dicha dependencia que “suspenda toda convocatoria abierta dentro del Conacyt que pueda afectar y comprometer recursos presupuestales para ejercicios 2019 y subsecuentes, y que haya sido emitida después del 31 de julio”, y enlista una serie de convocatorias y contratos. La petición la fundamenta en el artículo 61 de los Lineamientos Generales para la Regulación de los Procesos de Entrega-Recepción y de Rendición de Cuentas de la Administración Pública Federal, que a la letra dice: “Los titulares de las dependencias y entidades, de la Procuraduría General de la República, y de las empresas productivas del Estado, de la administración saliente facilitarán el acceso a la información de los procesos de entrega-recepción institucionales y, en caso de requerirse, de los procesos de entrega-recepción individuales, a la administración entrante”.

Dada la trayectoria científica de la próxima titular de Conacyt es a todas luces destacada e impecable en su campo de experiencia (en la genética molecular, desarrollo, ecología y evolución de las plantas), no es tan ducha en cuestiones legales (o en su equipo no hay especialistas en leyes). Como se puede ver, en ninguna parte de dicho artículo se le atribuyen derechos para sugerir las acciones que deben o no hacer en dicha dependencia (sólo habla del acceso a la información).

La filtración del documento no es la primera controversia con la futura titular del organismo rector de la ciencia y la tecnología en nuestro país. En junio, la científica dio a conocer su plan de reestructuración estratégica del Conacyt para adecuarse al Proyecto Alternativo de Nación (2018-2024) presentado por Morena, donde propone la reestructuración, descentralización y nuevo enfoque de la ciencia y la investigación con una perspectiva social y de rescate y protección a lo nacional.

Los cuatro ejes que propone se enmarcan en el lema “Ciencia comprometida con la sociedad y el ambiente”: 1. Salvaguarda de la soberanía nacional en la generación y aplicación del conocimiento científico y de las tecnologías; 2. Acompañamiento y fortalecimiento de las comunidades rurales en el cuidado de sus territorios y riqueza biocultural; 3. Ciencia orientada a la comprensión profunda, prevención y solución de problemáticas de salud, alimentación, ambiente, inequidad, exclusión y violencia; y 4. Ciencia y tecnologías de frontera para multiplicar sus impactos sociales y ambientales virtuosos para un mundo mejor para todos.

Un segmento importante de la comunidad científica no ve con buenos ojos la llegada de Álvarez-Buylla a Conacyt. En particular, el grupo #ResisCiencia18 (https://resisciencia18.wordpress.com/) hace una petición a AMLO de que reconsidere su nombramiento (claro, no la hará) argumentando, fundamentalmente, que sus propuestas en los lineamientos contradicen las directrices de las Recomendaciones sobre la Ciencia y los Investigadores Científicos de la UNESCO. Argumentan que los lineamientos se realizaron en forma unilateral, que formula sólo los temas de interés político y profesional de la autora, que caracterizar la ciencia occidental como “fallida” (en comparación con una “ciencia campesina milenaria”) divide, que destinar una enorme inversión en áreas muy concretas resulta peligroso; entre otras.

La próxima titular de Conacyt inició con el pie izquierdo su entrada al mundo burocrático de la ciencia en el país. La filtración del documento de marras a todas luces es poco ético y de ninguna manera institucional; sin embargo, su divulgación sirve a la comunidad científica para poner sus barbas a remojar y esperar que el organismo no se convierta en un instrumento político que tenga como intención el “acoplamiento a la nueva lógica de gestión del Estado resultante de la victoria” de Morena… pero parece que sí.

Opinión de: [email protected]

JJ/I