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Abordan la espera de las mujeres

Protagonistas. Edith Castillo y Viridiana Gómez encarnan a estas dos mujeres que esperan inútilmente el regreso de sus respectivos hombres. (Foto: Cortesía)

La compañía tapatía A la Deriva Teatro llevará a escena a partir de este fin de semana una obra compleja, de humor, pero de tragos amargos basada en la experiencia de muchas mujeres en México que se quedan a la espera de que los hombres de sus vidas regresen de otros países a los que se fueron por el fenómeno migratorio del que México es parte desde hace muchos años.

En La esperanza es una llaga negra en el corazón, protagonizada por Edith Castillo y Viridiana Gómez La Piña, la voz femenina es el personaje principal. Una y Dos entablan un diálogo en la cocina, en donde con los regionalismos del sur como coruco, nanga, guaje, enchicualado y otros más, hablan de los novios, del molito, la cuachala y de la espera de dos hombres que tuvieron que irse del pueblo debido a la migración.

La obra está basada en el texto original del dramaturgo tapatío Teófilo Guerrero. En entrevista Edith Castillo contó que la obra parte de las dos formas en que unas hermanas perciben su situación de manera diferente

“Ellas tienen la esperanza de que regresen para retomar su vida a partir de ese regreso. Las dos piensan diferente su tradición”, dijo. “A pesar de que Una es una mujer a la que le importa la tradición y que le parece que las formas son importantes tiene un prometido que le dijo que iba a regresar y ella sigue. De todos modos tiene fisuras y eso me parece bellísimo”.

El personaje de Edith es problemático. Por una parte es la mujer dentro de la familia que quiere y busca que se preserven las tradiciones y que decide esperar al amor de su vida. En algunos casos podría parecer conservadora y por lo tanto, en contra de los derechos que pelea el feminismo para las mujeres. Para la actriz, es un personaje valiente y complejo que sorprenderá a todos con una decisión que ha tenido que tomar debido a las circunstancias.

“Me parece que es un personaje que rompe con estructuras morales y religiosas también dentro de su forma de ver la vida. No hay tanta claridad en la ruptura porque ella decide esperar, me parece que las mujeres nos movemos de acuerdo a una estructura que nos han impuesto y que normalizamos hasta el exceso”, dijo. “Toma decisiones radicales y que se enfrentan a la sociedad en la que vive. La espera se hace mayor e intensa”.

Para Fausto Ramírez, el director de la obra, este texto basado en la propia experiencia de las mujeres en la vida del dramaturgo tiene líneas paralelas entre autores como Juan Rulfo, por el contexto mexicano –que ellos interpretaron como mexicano mestizo en la composición de la escena– y en Samuel Becket por lo referente a la espera. “Es una comedia dolorosa”, dijo.

Sin embargo hizo énfasis en que la situación a la que se enfrentan los personajes no es exclusiva de los pueblos alejados de las urbes, ya que, dijo, dentro de las ciudades y la modernidad todavía hay mujeres que perpetúan estos estereotipos, esta especie de condena de esperar que se percibe en casi todos los conflictos de la historia.

“Lanzan la pregunta desde la cocina, preguntas fundamentales de la condena en que viven las mujeres y que tienen que ver con el amor, pero también con la libre elección de lo que tiene que ver con sus cuerpos”, contó. “A mí me parece interesante esta pugna de resistirse a romper o a perpetuar la tradición. Eso ocurre en las ciudades, también. Siempre hay una utopía aunque sea para salir del rancho. Siempre hay algo y siempre hay alguien que espera”.

Castillo dijo al respecto que esta historia se relaciona así con el presente. “Tiene que ver con esta sensación de que no estamos completas sin un hombre, que nos han impuesto y que está culturalmente en nosotras, el hecho de tener un hombre a tu lado es cuando estás realizada, para un hombre no”, contó.

“A mí me parece que aunque soy una mujer que ha vivido en ciudades todo el tiempo, estos esquemas te siguen arrastrando aunque nosotras queramos romperlos. A mí me pasa todo el tiempo, estar sola, parece un fantasma en la vida cotidiana. A mí me conecta y también pensaba mucho en mis tías, es muy difícil. Ahí está una espera, la espera no de alguien físico sino de algo que nos dijeron que así tenía que ser”.

La obra fue realizada con el apoyo del fondo estatal Proyecta 2017 y el programa federal México en escena del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Asiste

Después de presentarse la semana pasada en Lagos de Moreno, la obra tendrá una corta temporada en el Foro Periplo, los sábados y domingos a las 20 y 19 horas del 20 al 28 de octubre. Los boletos tendrán un precio de 150 pesos de entrada general y 80 pesos en preventa hasta este miércoles a través de voyalteatro.com

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FRASE

“A mí me parece interesante esta pugna de resistirse a romper o a perpetuar la tradición. Eso ocurre en las ciudades, también. Siempre hay una utopía aunque sea para salir del rancho. Siempre hay algo y siempre hay alguien que espera”
Fausto Ramírez, director

JJ/I