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Profeta en su tierra

(Foto: Especial)

La corrida de fin de año y a la par del cierre de temporada de Tlaltenango, Zacatecas, resultó con triunfo moderado para los dos toreros de a pie que dieron cerrojazo a este serial taurino.

El español Manuel Escribano y el recién alternativado Ángel Giovanni Platerito consiguieron salvar la tarde con sus actuaciones, con una oreja cada uno en los de su lote.

La corrida, que se llevó a cabo en una tarde a sólo 2 grados de temperatura, la abrió el centauro Pedro Louceira, quien pese al clima lució cabalgadoras templadas, haciéndose de sus dos ejemplares de la ganadería de José Julián Llaguno, a los que pudo cuajarles rejones de fuerte calado, haciendo gala de la espectacularidad de sus binomios, para encender a la afición en el abre plaza, pero sin lograr trascender sus en sus faenas debido a los múltiples errores con el rejón de muerte.

Se fue entre palmas, pero sin el triunfo deseado, mismo que perdió por no acertar en la suerte suprema.

Quienes salvaron la tarde fueron, primero, el español Manuel Escribano, quien no halló suerte con su primero de la tarde, un toro áspero y de pocas opciones para el toreo.

Sin embargo, el ibérico se superó con el último de su lote, toro al que le logró cuajar a base de poder y entrega sentidas tandas por la diestra que fuerte calaron en los tendidos.

Imponiéndose a las condiciones, el español logró someter a su enemigo para terminar rompiendo en muletazos por la diestra de buena factura, para despachar a su astado de entera en sitio que le valió una oreja en esta tarde de cierre.

En el mismo tenor estuvo el torero de la tierra, Platerito, quien ayer lidió su primera corrida después de haberse convertido en matador de toros. El zacatecano no pudo encontrarse con su primer toro, un astado de difíciles condiciones que acabó por rajarse.

La suerte la encontró con el cierra plaza, un toro que colaboró a la muleta del recién convertido en matador, quien ejecutó tandas de calidad por ambas manos, dando la cara por su tierra y alzando así la mano para sobresalir en la baraja taurina nacional. Una oreja de peso fue lo que cosechó este joven coleta, que a base de entrega y entendimiento delante del toro, pudo sacar lo máximo de este ejemplar.

Oreja en Cali

El coleta tlaxcalteca Sergio Flores piso con pie derecho la Plaza de Toros de Cali, Colombia, en su paso por la feria de esta ciudad. El mexicano homologó el triunfo con alternantes Juan de Castilla y Jesús Colombo, con una oreja cada uno tras labores destacadas con los segundos toros de su lote

DA/I