Riesgos globales

En la actualidad, el mundo se enfrenta a una serie de amenazas que en ocasiones no son percibidas de forma fehaciente, debido a nuestras rutinas cotidianas y despreocupadas. Sin embargo, de manera persistente y paulatina, muchos peligros –aunados a los inmediatos– acechan el presente y futuro de la humanidad.

De acuerdo con el Informe de Riesgos Globales, editado anualmente por el Foro Económico Mundial (FEM), se advierte una mayor cantidad de desafíos “complejos e interconectados”, pero que el enfrentamiento a estos riesgos es cada día más difícil debido a la reducción del trabajo colectivo en la búsqueda de su resolución. A pesar de encontrarnos de lleno en pleno fenómeno de globalización, es posible notar cada vez más que el mundo se está fraccionando y los estados se aíslan con mayor frecuencia.

Ante este panorama, ¿cuáles son los riesgos a los que se enfrentará la humanidad en 2019 y años posteriores? De acuerdo con el informe, van desde “la desaceleración del crecimiento mundial y la desigualdad económica persistente hasta el cambio climático, las tensiones geopolíticas y el ritmo acelerado de la Cuarta Revolución Industrial”.

En principio, están los riesgos macroeconómicos, donde se advierte el aumento de la volatilidad de los mercados financieros y se intensifican los vientos en contra de la economía mundial. Además, se observa que la tasa de crecimiento global parece haber alcanzado su punto máximo y será posible observar un gradual descenso en los próximos años.

El aumento de las tensiones geopolíticas y geoeconómicas entre las principales potencias mundiales es el riesgo más urgente hoy en día. Después de un período de globalización que modificó no sólo la economía política mundial, sino que también afectó la cultura, la sociedad y la política en lo local, ahora se está transmutando a un ciclo de divergencia mundial. El informe considera que la tensión entre la globalización de la economía y el creciente nacionalismo de la política global es un riesgo cada vez mayor.

Con relación a los riesgos medioambientales, los expertos no sólo consideraron que el clima extremoso es el de mayor preocupación, sino que también les inquieta el fracaso de la política ambiental ante la vista de los magros resultados del combate al cambio climático, y el ritmo acelerado de la pérdida de biodiversidad (el número de especies ha descendido a 60 por ciento desde 1970): la pérdida de biodiversidad afecta el desarrollo socioeconómico, el bienestar y la productividad.

El crecimiento acelerado de las zonas urbanas en zonas costeras y el cambio climático vulneran la seguridad de sus habitantes dado el crecimiento alarmante de los niveles de los mares, pues se espera que éste aumente medio metro para 2050 (en la actualidad habitan más de 800 millones de personas en más de 570 ciudades costeras).

Asimismo, los riesgos asociados al desarrollo tecnológico están a la vista: las posibilidades de un ataque cibernético o de fraude ante el robo de identidad en las redes, además de los riesgos asociados a las noticias falsas (fake news) o la difusión de los datos personales en manos de instancias gubernamentales (INE, IMSS, ISSSTE, Infonavit, Hacienda) o compañías privadas (bancos, tiendas departamentales, compras en línea).

De igual forma, deberá considerarse que el riesgo global y los cambios estructurales están afectando el aspecto humano. De acuerdo con el informe, se está conformando un mundo con más ansiedad (estrés), infeliz y con sentimiento de soledad, que puede traducirse en alguna enfermedad mental seria; además, la sensación de pérdida del control ante las incertidumbres cotidianas puede propiciar un impacto negativo en la cohesión social y política.

Por último, el informe considera que el mundo está conformando estados más centrados en sus gobiernos, alejados de la gobernanza (basada en la creación de redes con la participación de empresas y sociedad civil), con la idea de recuperar el control político, tanto de la oposición como de organismos multilaterales o supranacionales.

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JJ/I