Reciclaje olímpico

Nada que ver con el olimpismo y todo lo que representa éste, pero sí lo que simboliza de manera amplia. Este espacio será solamente para hacer un acercamiento teórico a las diversas expresiones que existen del reciclaje laboral, que muchas de las veces es olímpicamente decepcionante.

¿Pero qué es lo que hace que un reciclaje de recursos humanos sea decepcionante y/o que finalmente no se cumplan las expectativas de desarrollo trazadas por una administración, cualquier tipo que sea ésta?

La primera y principal expectativa que se debe cubrir es que las personas que suplan a otras deberían de ser hombres y mujeres probos, cabales, pero sobre todo comprometidos con su entorno, y si éste es de carácter académico y/o científico-técnico, con mayor razón, o sea deberían de llegar los mejores.

El problema que se ha presentado en los últimos quinquenios es que no están llegando los mejores, o mejor dicho, sí llegan los mejores, pero para la grilla, el fraude, la ley del menor esfuerzo, mañosos y echados a perder por un sistema que se empeña en ir para atrás, prácticamente en ser reaccionarios.

Estos nuevos grupos de reciclaje laboral (para algunos ruptura generacional, para otros la llegada de sus cachorros) son los más dañinos muchas de las veces en las estructuras que, con mucho esfuerzo, han construido las generaciones pasadas. Y no sólo pasa en una universidad pública, también sucede en las estructuras y negocios familiares.

Pero en el deporte y la cultura física pasa algo sin igual; este tipo de reciclaje olímpicamente falló, ha sido una práctica recurrente. Mandan a esa área casi todo lo que no tiene cabida en otras esferas y lo único que se presenta en el sistema es replicar y/o hacer el famoso copia y pega por estas generaciones, porque su formación académica ha sido sistemáticamente frágil y endeble; sólo han hecho plagios de la vida misma, y al final de cuentas los más perjudicados son los alumnos y las mismas instituciones.

Eso sí, estos cachorros se empeñan en seguir becados y escalando niveles académicos. A veces no importa que tengan grados de maestría y/o doctorado, porque esos títulos no les quitan su obsesión por el poder ser. Claro que es posible que más de alguno de ellos salga de la media, pero tendrá que pasar un par de años y ese tiempo es muy valioso y costoso para una institución y los que conforman ésta.

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