INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

Se agarran a 'chanclazos' por la Feria del Calzado

TODO DESTRUIDO. Ya no queda rastro de lo que hace unos días era zona de comercio. (Foto: Fernanda Carapia)

Diputados, regidores y militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se agarraron a chanclazos con el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, por el desalojo de la Feria Permanente del Calzado.

La pelea llegó hasta la Cámara de Diputados: diputados federales del PRI por Jalisco emitieron un punto de acuerdo para que se haga una investigación y se castigue a los funcionarios del Ayuntamiento de Guadalajara que presuntamente cometieron abusos contra los locatarios.

Tras el desalojo de los comerciantes, que provocó un enfrentamiento con policías tapatíos, el primero en criticar la acción fue el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, pero el alcalde no se quedó callado y lo tachó de ser cómplice de la ilegalidad.

“Fueron 30 años de ilegalidad, 30 años que él solapó también como presidente municipal, 30 años en los que se permitió que una calle que es de Guadalajara fuera invadida”, afirmó el primer edil.

El legislador federal por Jalisco y coordinador de la bancada tricolor, José Luis Orozco Sánchez Aldana, dijo: “Quiero aclararles que no se trata de un asunto de partidos políticos, se trata de defender y cuidar a un sector de la población que fue atacado; ciudadanos que se ganan la vida de forma honesta y además en el marco de la legalidad”.

Alfaro Ramírez ya tenía listo el contraataque, hasta se puso a investigar fechas y acciones de gobierno en las que sus antecesores priístas hicieron uso de la fuerza pública en un caso social.

“Le recordaría lo que sucedió el 25 de agosto de 2010 cuando (Aristóteles Sandoval Díaz) era presidente municipal de Guadalajara, él ahí utilizó a la Policía para hacer un operativo en contra de las sexoservidoras en la zona de San Juan de Dios”.

“Ese operativo sí generó medidas cautelares por parte de la Comisión de Derechos Humanos en contra de Roberto López Lara y de Servando Sepúlveda, que hicieron un operativo en el que se hicieron detenciones arbitrarias, maltrato en las aprehensiones y exhibición de las sexoservidores, eso es una realidad”.

En la pelea también salió embarrado el ex alcalde tapatío Ramiro Hernández García, pues Alfaro Ramírez recordó los hechos ocurridos en el Estado Jalisco, donde hubo un enfrentamiento entre aficionados y uniformados.

Para Claudia Delgadillo, presidente del Comité Municipal del PRI Guadalajara, la actitud del alcalde tapatío es de arrogancia, intolerancia e intransigencia, pues en lugar de entablar un diálogo, hace uso de la fuerza pública.

Sergio Otal Lobo, coordinador de los regidores del PRI en Guadalajara, comentó que se deben hacer mesas de diálogo reales, en las que se escuche a los comerciantes para darles soluciones reales.

Sin embargo, el alcalde reiteró que hubo un acercamiento con los comerciantes dos meses atrás y se les advirtió que debían dejar el espacio y se pusieron a su disposición opciones de reubicación y un fondo económico para compensar sus bajas en las ventas.

Reubicados

De acuerdo con el ayuntamiento tapatío, ya son 24 comerciantes los que han aceptado la reubicación; Othal Lobo afirmó que ha sido por miedo o presión.

En la plazoleta del Mercado Aldama, en la zona del vestir, ya están dispuestos los toldos de 2 metros por 2, pero ayer a las 11:30 horas no había comerciante alguno. Esto cambió por la tarde.

Tanto los regidores del PRI Guadalajara como Delgadillo pidieron la renuncia del comisario tapatío, Salvador Caro Cabrera, por considerar que no tiene la capacidad para manejar situaciones de crisis.

Othal Lobo aseguró que el tema no termina con el retiro de los comerciantes, pues ya hay 30 amparos en juzgados federales por los abusos de autoridad, más lo que se sume.

Pero Alfaro Ramírez reiteró: “Se acabaron las mafias de las que tanto abusaron (…) se lo digo al gobernador y se lo digo a todo el PRI: sigan haciendo escándalo, sigan alentando a la confrontación, sigan haciendo lo que gusten, nosotros vamos a aplicar la ley”.

… y piden no politizar

La Cámara de Comercio de Guadalajara hizo un llamado para que no se politice el tema de los comerciantes de la Feria Permanente del Calzado.

“El tema del comercio, al igual que la seguridad, no se puede politizar, los comerciantes y Cámara de Comercio de Guadalajara muy en especial somos promotores de la dignidad de las personas y de su trabajo, pero eso no significa estar al margen de la ley y del orden”, manifestó en un comunicado.

El organismo que dirige Fernando Topete Dávila señaló que deben existir reglas claras para que se establezca el libre tránsito, la limpieza, el orden y la seguridad en las calles de la metrópoli.

“En la Cámara de Comercio apoyamos el estado de derecho, el orden y que los comerciantes siempre mantengan su ingreso, pero apegados al derecho y a la ley”.

Por otra parte, el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado en el estado, Salvador González, dijo que estos comerciantes no pertenecen a la esa organización.

“No hay ninguna relación con la cámara, no hemos tenido ningún acercamiento, el tema es del lado del comercio (…) no tienen que ver con la industria, pero como comercio debe pagar sus impuestos”.

Añadió que la temporada navideña es la más grande para todo el comercio, por lo que debe haber una solución para que los vendedores puedan ofertar sus productos.

Norma Angélica Trigo

Policías acordonan; controlan el paso

Las cintas amarillas y dos patrullas en cada acceso a lo que era la Feria Permanente del Calzado, en el barrio de San Antonio, restringen el paso vehicular y peatonal una cuadra a la redonda.

Desde la trinchera, atrás de las líneas amarillas, se percibe lo tenso del ambiente y se vislumbra una zona de desastre.

Las láminas retorcidas que hasta hace unos días eran parte de los locales, patrimonio de 200 familias, yacen en el piso junto con el escombro de la calle.

“Parece que ocurrió una tragedia aquí, está como si hubiera explotado”, comenta un vecino.

Pero no hubo ningún accidente. El desastre lo provocaron las máquinas que entraron con fuerza el miércoles por la calle Ramón López Velarde para derribar 30 años de tradición.

Al cruzar la frontera, el ambiente es tenso. Los vecinos susurran sobre el desalojo a los comerciantes, el enfrentamiento con policías y sus opiniones ante lo acontecido.

Unos están a favor de la autoridad porque, dicen, era mucho riesgo, inseguridad y desfiguros, pero otros defienden la actividad comercial que le daba vida a la zona.

Se sienten observados. Sus diálogos son acompañados por movimientos constantes en los ojos en busca de policías, y cuando su mirada se topa con la de un uniformado, bajan más la voz.

Aunque no hay razón para restringir el paso peatonal, los policías de Guadalajara no dejan transitar libremente a cualquiera y se ponen más roñosos cuando se toman fotografías de los puestos destruidos.

“No puede tomar fotos”, asegura un uniformado.

La razón, agrega, es que es zona de obra y se colocaron las cintas amarillas para que nadie pueda acceder, aun cuando no ocurrió un homicidio, desastre o accidente alguno que obligue a acordonar el área.

Todo el que entra debe mostrar una identificación y decir a dónde va, lo que ha molestado a los vecinos.

Cuando no se trae identificación, los uniformados cuestionan el domicilio al que van, las razones y, por si fuera poco, lo custodian hasta la finca.

“Ni cuando aseguran un narcolaboratorio hay tantos policías”, apunta una mujer, quien dice llamarse Antonia; en la zona hay, al menos, 20 uniformados.

Los vecinos exigen que la Policía sea retirada o que por lo menos los dejen entrar y salir libremente de sus casas, sin necesidad de llevar una identificación.

 

HJ/I