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El mundo fantástico de 'Moprayla'

Inspiración. La autora admite que la lectura de Memorias de Idhún, de Laura Gallego, detonó sus deseos por crear su propia saga. (Foto: Mariana Recamier)

La escritora L. M. Langoni publicó este año su primer libro: Moprayla (Puck). Se trata de una novela fantástica que se desarrolla en un reino escondido en el bosque y  habitado por hechiceras. El conflicto de esta novela parte de que un mago oscuro compromete la seguridad de las mujeres y estas se ven obligadas a pedir ayuda para combatir a sus enemigos.

En entrevista con NTR, la autora comentó que desde que era niña le gustaba escribir textos sencillos en los que plasmaba elementos fantásticos. “Escribía cuentos pequeñitos que le regalaba a mis familiares y ya en la adolescencia empecé a escribir muchos poemas, pero siempre tenía ganas de escribir una historia y toda mi vida fui muy soñadora, imaginaba muchos mundos y que podía comunicarme con los animales”.

Con esos antecedentes, Langoni decidió que quería plasmar en un libro los mundos que imaginaba y es así como surge su novela. “Comencé a armar los reinos, los personajes y todas las historias secundarias para que se entretejieran con la historia principal y así nació Moprayla”.

La escritora también escribió esta novela a partir del impulso de ciertos autores de historias fantásticas. Específicamente, Langoni se sintió marcada por Memorias de Idhún, una trilogía de fantasía que escribió Laura Gallego.

“Cuando leí esa saga me gustó mucho cómo manejaba los mundos y los personajes que tenía. Siempre me ha gustado mucho la fantasía, por eso sabía que era eso lo que quería escribir y cuando leí esa saga fue cuando ya me animé a escribir una novela”.

La escritora compartió que en la novela están presentes dos temas que le gustan mucho, los animales y la naturaleza. A lo largo de las páginas aparecen personajes que son mezclas de animales. En la historia hay desde un transformador hasta un humano, las magas, pájaros azules, los leobares, que son una mezcla de leopardo con lobo, y el escorpión volador gigante.

Por otra parte, la autora mencionó que uno de los beneficios de leer literatura fantástica es poder alejarse de la realidad y conocer otros mundos.  “Creo que para mí el más grande beneficio en la lectura es crear un hábito y en este caso puedes meterte en mundos que en realidad no existen para divertirte, para que sea un momento lúdico”.

Moprayla tiene un final abierto y a la autora le gustaría escribir otros títulos a partir de los mismos personajes para hacer una saga. Por otro lado, Langoni tiene tres novelas inéditas que no están relacionadas con el mundo fantástico de su primera obra, pero también están dentro del género fantástico.

EH/I