Guadalajara pierde su triatlón

El triatlón es una disciplina deportiva que consta de tres deportes en uno: la natación, el ciclismo de ruta (principalmente) y la carrera a pie, desarrollados en ese orden. Este deporte llegó a México en 1980 a partir de sesiones de entrenamiento que desarrollábamos en el Club Atlas de Guadalajara, A. C., (llamado Club Atlas Paradero en los 60); prácticamente ahí nació el triatlón en México. Un par de años después lo propusimos a amigos de la Universidad de Guadalajara (UdeG)y se hizo el primer triatlón de manera competitiva, allá por 1983, con salida en Chapala y meta en la rectoría de la UdeG.

De ahí vino ese boom momentáneo por un deporte nuevo, y el Ayuntamiento de Guadalajara no se quedó atrás: en 1988 creó su triatloncito en la llamada Unidad Tucson, zona cercana al Jalisco.

Un triatlón que ya tenía sus 27 años, o sea, ya era un verdadero adulto en términos de tiempo, pero por alguna razón no tan obvia, desde nuestro particular punto de vista, el año que acaba de fenecer también se llevó ese evento pequeño, bonito y muy singular. Simplemente se dejó de hacer. Motivos podrán sobrar para los directivos pero para la familia del triatlón ese evento significaba la historia misma de la disciplina.

Lo importante es que se hacía el evento a pesar de cambios de dirección municipal, funcionarios incapaces y asociación fantasma.

El triatlón de la Tucson, como era conocido, era un evento pequeño en sus distancias pero grande de espíritu. Ahí, en ese evento, se dieron cita los que eran o iban a ser los grandes triatletas en el futuro.

Por supuesto, un evento para la pedacera del triatlón, porque ahora el concepto triatlón vende, y los de la calzada para allá (o sea para el poniente) prefieren ir a los eventos de triatlón de playa, sol, gente bonita y jet set. Siempre se dio la impresión de que la gente de allá no participaba en este evento porque se les “pedía pasaporte”.

Esperemos que este año rescaten el evento, aunque sea con fines electoreros, pero que lo hagan, porque por lo pronto tienen tacha.

Es una lástima que se haya perdido dicho evento porque no era ni el tiempo ni el espacio para perderlo; simplemente no supieron, no quisieron o no pudieron reinventarse.

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