Pequeños colectivos charlan sobre la promoción cultural

En un intento por reunir en comunidad a varias iniciativas culturales independientes que atacan grupos específicos, la editorial Casa de letras realizó en el Instituto Cultural Arnulfo Villaseñor una charla que cerró, a su vez, una semana de literatura y creación literaria, para hablar sobre las distintas maneras de promover la cultura en la comunidad, algunos desde lo editorial y otros desde el espacio público.

Estuvieron presentes Olinka Martí del colectivo Senderos de lectura del estado de Jalisco, un proyecto de fomento a la lectura, Israel Alfaro, de editorial casa de letras, Norberto Villaseñor del Colectivo Cultural Polanco y Cristina Carrasco de Ocaso Comunicación A.C.

La unión hace la fuerza en la cultura. Esa fue una de las más importantes conclusiones de la charla. Las experiencias de unión y comunidad de colectivos independientes fueron abordados por los participantes que atacan, sobre todo a comunidades específicas, desde lo independiente y en la mayoría de los casos, sin apoyos institucionales.

“Nuestro instrumento es el libro”, dijo en la charla Olinka, quien es una promotora de lectura y coordina una serie de actividades en municipios de la ciudad, donde usan la escultura, el canto y la actuación para fomentar la cultura con sus propios libros para que los niños, sobre todo, se queden con una experiencia de amor a la lectura.

“Somos un colectivo muy unido, consolidado, tenemos patrocinadores, pero todo lo que generamos lo hacemos con nuestros recursos para llegar a más comunidades y municipios”, expresó, “nos mueve la pasión por lo que hacemos, el amor por poner un granito de arena y creer sobre todo, que la lectura puede abrir un camino”.

Casa de letras es un pequeño proyecto que surgió con la inquietud comunitaria de cambiar. “Para hacerlo hay que educar y los libros son la más importante herramienta”, dijo su coordinador, Israel Alfaro. Sobre los objetivos del colectivo expresó que para ellos es importante que el libro no sea sólo un medio de consumo, sino un medio para quienes escriben y para quienes leen. “Queríamos formar una editorial con dos fondos, uno para la parte pedagógica y el fondo cultural galería para cuestiones de literatura, artes y ciencias; aunque el camino no ha sido fácil, sin apoyos económicos, lo hemos logrado a partir de la suma de voluntades”.

Por otro lado, desde la participación ciudadana, en Lomas de Polanco al sur de Guadalajara, donde Colectivo cultural Polanco organiza actividades culturales de todo tipo en el barrio, vinculando a los artistas locales. “Hoy el barrio ha cambiado radicalmente, y como va cambiado el barrio ha cambiado la población. El colectivo nació en el 89, con actividades más plástica para poner poemas, hacían festivales “tomábamos las calles, con música, teatro y danza”, dijo el coordinador Norberto Villaseñor, “todas las dinámicas buscan fomentar los valores en los niños, cambiar la lógica de la competencia sino compartir. Los espacios que trabajamos sirven para que quienes realizan manifestaciones culturales expongan su trabajo y compartan con los colonos”.

Pese a los altibajos, sobre todo económicos que los colectivos compartieron, hubo algo en lo que todos acertaron: que la unión hace la fuerza y que la coordinación de iniciativas conjuntas será lo que genere un cambio.

“Creo que todos buscamos lo mismo: generar un cambio, aunque sea pequeño y los esfuerzos conjuntos en la comunidad, la colaboración, harán la diferencia en las iniciativas”, dijo al respecto Villaseñor.

JJR/I