El 'feis', deporte y 'simplonadas'

En el deporte manejamos que existen tres tipo de deportistas: los que pasan a la zona de salida o están en el campo mismo de acción, esos que son los verdaderos protagonistas; otra categoría son los que se quedaron en las tribunas, son los que están viendo a los que sí llegaron o simplemente son público. Y una tercera categoría son aquellos que se quedaron fuera del estadio o el recinto deportivo, esos que especulan, fantasean, se vuelven loquitos con lo que están escuchando y/o viendo a través de terceros.

Haciendo una analogía simple y sencilla hemos encontrado categorías muy similares en el mundo cibernético con estas novedades llamadas redes sociales. Aquí también encontramos a los actores principales, esos que todo suben, comparten, escriben y, claro, son protagonistas. Por supuesto encontramos a los mirones, aquellos que sólo entran a ver y después comentar simplonadas. Ésos que se han convertido hasta cierto punto en voyeuristas digitales y que están al pendiente de todo.

Pero existe igualmente una tercera categoría, y esta es la más loca y extrema de todas, la que se sale de todo ámbito de cordura y raya en la locura, aquellos que se quedan fuera del estadio, o sea, los que no tienen ninguna red social pero increíblemente están al tanto de todo y de todos, principalmente de la famlia, los parientes y amigos cercanos, y de memes y videos ni se diga…estos son los piores. Sufren mucho, se lastiman psicológicamente con esas avistadas a las redes sociales y eso les acarrea alteraciones de todo tipo en su pequeño mundo.

Actualmente se anuncia que casi la mitad de la población ya está en el mundo de las redes sociales, éstas han existido de alguna u otra forma, no globalizadas pero existían. A nivel escolar el mejor ejemplo de ello lo pueden entender aquéllos que alguna vez participaron en un chismógrafo, recordarán el cuaderno que alguien tenía todo el tiempo para armarlo, pasarlo y darlo a conocer con sus resultados y vacile. Aquí siempre encontramos compañeros muy activos como aquéllos que tenían miedo de que se les encontrara algo, simplemente se escabullían y no participaban pero opinaban. Finalmente este feis cumple un objetivo, o muchos para los que lo tienen, y los que no, pues a seguir en su mundo simplón, sufrir y decir simplonadas.

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JJ/I