Calentura priísta

Los priístas andan calientes…

El fin de semana la diputada Rocío Corona Nakamura, indirectamente, levantó la mano, mientras que ayer el fiscal general Eduardo Almaguer Ramírez deslizó la posibilidad de dejar el cargo para ir en busca de un espacio de elección popular.

Tanto Corona como Almaguer, sin confesar expresamente su aspiración, apuestan de palabra ser prospectos a la candidatura al gobierno del estado, sabedores de que después de eso una candidatura a cualquier otro cargo ya es ganancia.

Al rendir su informe de actividades el sábado pasado ante el gobernador Aristóteles Sandoval y algunos integrantes del gabinete estatal, Rocío Corona aprovechó el foro para asegurar: “En 2018 será una realidad. Ya es tiempo de que en Jalisco gobierne una mujer. El 2018 será nuestro año. Las mujeres estamos preparadas para gobernar y para mandar; no somos ni más ni menos que los hombres…”.

Por supuesto nunca habló en primera persona. No dudo que Rocío crea en lo que dijo, pero ella sabe que es irrealizable en la contienda por venir, de ahí que quizás buscó dar la nota, llamar la atención de los medios de comunicación, pues difícilmente un informe obtendría los mejores espacios informativos, amén de que el mensaje del gobernador tendría mayor manejo, como efectivamente sucedió.

Corona Nakamura no consideró que entre quienes aspiran a una candidatura a la Presidencia de la República, por todos los partidos políticos, sólo hay una mujer: Margarita Zavala, por el PAN; y que entre los nombres que se manejan como prospectos a la candidatura al gobierno estatal, en todos los partidos, no aparece el de ninguna mujer. Ni siquiera el de ella en el PRI.

¿De dónde, entonces, el derroche de optimismo para afirmar que “en el 2018 será una realidad” y de que “el 2018 será nuestro año”, como lo afirmó en su discurso? Indiscutible su afirmación de que “ya es tiempo de que en Jalisco gobierne una mujer”, la pregunta es: ¿quién es la valiente que se lance al ruedo con posibilidades reales de ganar la elección?

Sin duda 2018 será el año de las mujeres al establecerse en pro de la paridad que 50 por ciento de las candidaturas debe ser para ellas, pero lamentablemente no hay en el terreno de juego mujeres aspirantes a ser gobernadoras de Jalisco. O podría haberlas, la misma Rocío Corona, pero sin posibilidades de que en una contienda electoral se impongan a los aspirantes varones.

Pero, por lo pronto, Corona Nakamura ya alzó la mano para que su partido la considere para un nuevo cargo de elección popular, con lo que de lograrlo y ganar la elección –sea de mayoría relativa o plurinominal–, establecería, sin duda, un record que difícilmente otra mujer pudiera presumir como legisladora, sea federal, local o municipal.

En el caso de Almaguer Ramírez, se sabe que suspira por ser candidato a la presidencia municipal de Guadalajara, pero ante lo declarado ayer advierto muy difícil que logre ser candidato a la gubernatura. Sólo su papel de fiscal general, responsable de la seguridad pública en el estado, no le alcanza para sumar las simpatías –reflejadas en votos– necesarias para ganarle a Enrique Alfaro.

El desgaste de quien es responsable de la seguridad pública en el estado o en un municipio, lo he dicho, es mayor a la confianza que cree generar entre el electorado como para obtener su voto mayoritariamente. No le alcanza. No le da.

Posiblemente Eduardo Almaguer participe en la elección de 2018, pero quizás su ruta para hacerlo sea por la vía plurinominal, porque contender mediante el voto directo lo veo difícil que logre imponerse a su más difícil adversario. Su mejor tiempo ya pasó.

Pero Rocío y Eduardo son apenas dos priístas que han alzado la mano, pues hay más que quieren pero no se atreven a decirlo. Y de ellos hablaremos más adelante.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I