Industria 4.0 en la #CumbredeNegocios

El lunes tuve el honor de participar como panelista en la Cumbre de Negocios, evento anual de gran prestigio en el que se reúnen líderes del sector público y privado de México y el extranjero para hablar de temas relevantes para el país. Se ha realizado 15 veces en distintas sedes desde que Miguel Alemán Velasco la lanzara en 2003.

El panel al que fui invitado a participar tenía como tema el reto tecnológico de la Industria 4.0 y la importancia de que las empresas avancen rápidamente para adaptarse a él, y me tocó compartirlo con Rogelio Garza, subsecretario de industria y comercio en la Secretaría de Economía; Craig Breese, presidente de Honeywell Latinoamérica; Rafael Funes, presidente de LOVIS; y Luiz Ferezin, director ejecutivo de Accenture México, quien moderó la conversación.

En mi participación empecé enfatizando algo que no me canso de repetir: la Industria 4.0 es el reto de negocio más importante de nuestra generación.

En la época de nuestros bisabuelos y abuelos, en la primera mitad del siglo 20, durante la segunda revolución industrial en la que emergieron las cadenas de ensamblaje y las fábricas para producir cantidades masivas, las economías tuvieron una transformación brutal en la que un gran porcentaje de la población que vivía de la agricultura en entornos rurales se convirtió en población urbana que trabajaba en fábricas y en servicios asociados. Por el camino se tuvo que crear un sistema educativo estandarizado que permitiera alfabetizar, cimentar una base de conocimientos y crear una cultura de disciplina y orientación al éxito en indicadores cuantitativos que dominaban en los trabajos industriales. De esta manera los empleos en agricultura en Estados Unidos bajaron de 40 por ciento en 1900 a 4 por ciento en 1970.

Hoy que estamos viviendo la cuarta revolución industrial, nos enfrentamos a que las nuevas tecnologías, y particularmente la inteligencia artificial, podrían tener como impacto que cerca del 38 por ciento de los empleos en Estados Unidos sean desplazados para 2030 porque una máquina autónoma habilitada por algoritmos los puede hacer con más eficiencia.

Esto tiene dos lecturas. Una: estamos ya en una carrera entre países y empresas por adoptar estas tecnologías y cosechar los beneficios en eficiencia en toda la cadena de valor. Dos: nuestros abuelos tardaron 70 años en crear una base de capital humano para soportar el crecimiento industrial, y nosotros tenemos 12 años para reorientar ese capital humano hacia otras actividades más creativas y estratégicas.

En el panel ofrecí tres líneas de acción para que podamos acelerar el proceso de adaptación a la Industria 4.0 en México.

Primera, tenemos que comunicar mejor en qué consisten estas tecnologías y qué impacto concreto tienen en los negocios de las empresas grandes, medianas y pequeñas. A los consultores nos gustan mucho los conceptos de moda como Big Data, Cloud, Internet de las Cosas, porque es parte del branding del valor de la tecnología… pero no le hacemos ningún bien a empresas que están tratando de entender cómo lo aplican a sus procesos.

Necesitamos espacios en los que las empresas toquen, prueben, experimenten con las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías.

Segundo, tenemos que crear modelos de capacitación super ágiles que, en unos cuantos meses o incluso semanas, enseñen a personas de todas las edades a dominar conceptos como programación, análisis de datos, diseño de hardware y operación de herramientas digitales. No tenemos el lujo de dedicar décadas a reformar el sistema educativo, tenemos que empezar a capacitar ya.

Tercero, tenemos que abordar mejor el acceso a la tecnología en las Pyme. Tratamos a las pequeñas y medianas empresas como si fueran todas iguales y esa no es la realidad. Se pueden encontrar algunas que necesitan comprar su primera computadora, otras que usan ofimática básica, y algunas más que ya usen herramientas en la nube más avanzadas como ERPs o CRM y están listas para desarrollar algoritmos de análisis predictivo.

Desde Mexico Media Lab estamos proponiendo que se construya un índice de madurez tecnológica y se aplique a las pymes para determinar cuál es la mejor acción de capacitación y acceso a tecnologías en cada caso.

@ortegarance

JJ/I