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Rulfo somos todos, dicen en su homenaje

(Foto: Especial)

Ante un público que llenó el auditorio que lleva el nombre del autor de Pedro Páramo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Fernando del Paso rememoró aquel día en que él se encontraba en Francia cuando recibió la noticia de que su amigo, Juan Rulfo, había muerto.

En un comunicado compartido por la Universidad de Guadalajara se da fe de que en aquel entonces Del Paso estaba a cargo de un programa de radio, y tenía poco de haber anunciado el fin de la guerra de Vietnam. La noticia llegó a su corazón de forma lenta, y entonces reaccionó; tomó una grabación que tenía de su amigo Juan y, leyendo en voz alta Diles que no me maten, lo intercaló con una grabación suya en la que hablaba de forma ficticia con él al enterarse de su muerte.

La experimentación sonora fue más una forma suya de despedirse de él, sobre todo porque, admitió, jamás había escrito una carta a Juan Rulfo, más que nada porque ya había escuchado que nunca respondía el correo. Tras su muerte, reflexionó: “Debí haberte escrito. Hubiera preferido enviarte 10 cartas y que no me respondieras ninguna. Justo hoy me dirías que eres mayor que yo, aunque ahora yo soy más grande que tú, pero no es verdad, porque tú, Juan, eres inalcanzable”.

Rosa Beltrán, con los ojos en lágrimas, agradeció tan importante evento en el que tuvo la suerte de participar: estar al lado de Fernando del Paso, frente a Elena Poniatowska, para rendir tributo a Juan Rulfo, en la misma mesa que Gonzalo Celorio y Elmer Mendoza, sin duda era motivo de celebración para ella. Todos participaron en la mesa De todos modos Juan te llamas, con la que la FIL Guadalajara se sumó a las celebraciones por el centenario del nacimiento de uno de los autores más importantes de la literatura mexicana y del mundo.

Con voz quebrada, comparte el comunicado, Beltrán leyó un pequeño discurso, y preguntó a la audiencia: “¿Cómo es que hemos leído tanto sobre un autor que no escribió siquiera 300 páginas de novela en total?”. Rememoró una célebre entrevista que hizo Poniatowska a Rulfo, a propósito de la función de las mujeres en su narrativa, y le preguntó si consideraba que estaban locas. “No, las mujeres son redondas”, respondió Rulfo, “no tienen ángulos y nunca les vas a encontrar el lado”.

Gonzalo Celorio, quien fungió como moderador, dijo: “Recordar al maestro de maestros, al más grande narrador jalisciense, es algo muy necesario todavía”. Elmer Mendoza se permitió iniciar su intervención cantando el coro de Your song, de Elton John, y rememoró aquellos tiempos en que iba a casa de sus abuelos en su pueblo situado en Sinaloa, y cómo todo alrededor parecía ser idéntico a Comala, e idéntico al mundo rulfiano, y dijo: “Rulfo ha sido influencia de todos, sin importar tu estilo, él nos ha cobijado a todos”.

FV/I